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Hacia un fútbol más profesional después de la crisis del coronavirus


La crisis en el deporte provocada por la pandemia del coronavirus es un golpe muy severo para el fútbol femenino. Mientras que algunas Ligas como la española se han tenido que dar por acabadas y la Champions League sigue en el aire, además de haberse tenido que aplazar un año la Eurocopa, son muchos los clubs azotados por las consecuencias que dejará esta enfermedad.



No obstante, desde algunos frentes se ve esta situación como una oportunidad para diseñar una nueva realidad en este deporte. Así, el sindicato internacional de futbolistas (FIFPro) defendió ayer una mayor profesionalidad para el fútbol femenino, ya que las jugadoras consideran que la falta de este reconocimiento es una de las principales barreras que encuentran en materia de salarios, seguridad social y valoración hacia su trabajo.

Un mayor reconocimiento llevará consigo más recursos, patrocinadores, calidad y éxitos deportivos. El reciente Mundial de Francia puso de manifiesto el creciente interés por esta práctica, con audiencias televisivas de récord, llegando a 1.120 millones de espectadores, aunque el hecho de que en muchos países las Ligas aún no sean profesionales es una losa muy pesada.

Encuesta a 186 jugadoras

Dentro del informe “Raising Our Game”, que analiza cómo desarrollar el fútbol femenino tras la actual pandemia, figura una encuesta entre 186 jugadoras de selecciones nacionales que coinciden en que una de las mayores barreras para muchas futbolistas es que no son reconocidas como profesionales.

Según el muestreo detallado por FIFPro tras consultar a 186 jugadoras de selecciones nacionales, un 73% cree que el estatus profesional es importante sobre todo para recibir un salario; un 59% lo estima así para obtener beneficios de la seguridad social y un 53% para lograr respeto.

FIFPro recordó que desde 2015 contempla la afiliación de las jugadoras que no pueden hacerlo en su propio sindicato nacional.

El sindicato lamenta que en algunos países donde el fútbol es el deporte rey, en su modalidad femenina es todavía una práctica amateur, lo que impide su crecimiento potencial y destacó el caso de la argentina Macarena Sánchez, quien logró el reconocimiento en 2019 tras emprender acciones legales contra su club, el UAI Urquiza, y la Asociación del Fútbol Argentina después de que se le negara un contrato profesional.

En definitiva, el camino hacia la profesionalidad debe empezar a dar sus primeros pasos para que el fútbol femenino no quede estancado.


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