El antiguo agente de modelos francés Jean-Luc Brunel ha sido hallado muerto este sábado en la celda de la prisión parisina de la Santé donde estaba desde finales de 2020, acusado de varios casos de violación de menores. El hombre que alcanzó las cotas más altas del mundo de la moda y se presentaba como el descubridor de top models como Jerry Hall, Christi Turlington o Milla Jovovich, había caído en desgracia desde su vinculación con el millonario estadounidense y depredador sexual Jeffrey Epstein, a quien presuntamente envió varias jóvenes francesas como “regalo” sexual. En un giro siniestro, Brunel parece haber seguido el mismo destino que el norteamericano, que se suicidó en su celda en una prisión neoyorquina en 2019 cuando estaba a la espera de juicio por tráfico sexual de menores y conspiración.
La fiscalía de París ha confirmado las informaciones de la prensa según las cuales Brunel, de 75 años, fue hallado la pasada madrugada ahorcado en su celda —igual que Epstein casi tres años antes— y ha anunciado una investigación para aclarar las “causas de la muerte” del antiguo agente de modelos. El cuerpo de Brunel fue descubierto hacia la una de la madrugada en una de las rondas nocturnas de los vigilantes, que no pudieron hacer nada para reanimarlo, agrega Le Parisien citando fuentes penitenciarias.
La noticia se conoce en la misma semana en la que se ha sabido del multimillonario acuerdo extrajudicial alcanzado por el príncipe Andrés de Inglaterra y otra de las víctimas de Epstein, Virginia Giuffre, para zanjar la demanda que esta mujer de 38 años presentó contra el duque de York, al que acusaba de haberla violado cuando era menor de edad.
Giuffre también había acusado a Brunel de haberla forzado a mantener relaciones sexuales desde los 16 años y, en una declaración judicial en 2015, aseguró que el francés, fundador de la agencia de modelos Mc2, fue uno de los encargados de enviarle a Epstein adolescentes a su casa y de organizar sus orgías. “Traía a jóvenes (de 12 a 24 años) a Estados Unidos con fines sexuales y para “alquilárselas” a sus amigos, incluido Epstein”, declaró.
En agosto de 2019, la fiscalía de París abrió una investigación contra Epstein, que poseía una lujosa vivienda en la capital francesa, tras conocerse que el millonario pederasta también había abusado presuntamente de menores francesas. El eco de esa noticia provocó, recuerda la Agencia France Presse (AFP), que varias antiguas modelos rompieron su silencio y acusaron también a Brunel de violación.
Dos meses más tarde, se presentó la primera demanda contra el antiguo agente francés, que siempre negó rotundamente los cargos. No obstante, Brunel estaba imputado desde finales de 2020 por varios casos de violación de menor de más de 15 años y acoso sexual. Además, era investigado por “trata de seres humanos agravada” por ser las víctimas “menores” y producirse “con fines de explotación sexual”.
Desde entonces, Brunel, que fue detenido en el aeropuerto de París a finales de 2020, cuando se disponía a viajar a Dakar, había permanecido encarcelado, salvo una corta puesta en libertad a finales de 2021, cuando volvió a prisión “en condiciones indignas”, según sus abogados. Para estos, la decisión de acabar con su vida “no estuvo guiada por la culpabilidad, sino por un profundo sentimiento de injusticia”.
Salvo que las investigaciones acaben con nuevas imputaciones, la muerte de Brunel cierra la vía judicial para sus víctimas, señala Le Monde. Una de las abogadas de las mujeres que lo acusaron, Anne-Claire Le Jeune, ha evocado la “frustración y amargura” de estas tras conocer la muerte del exagente, ya que con esta se les impide “obtener justicia, igual que las víctimas de Epstein”. Ahora, ha afirmado AFP, “no obtendremos respuestas sobre algunas cosas”.
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