Tras presentar los argumentos finales del caso ocurrido hace casi 40 años, este miércoles fue hallado culpable de agredir sexualmente a una mujer el señalado violador en serie que aterrorizó el sur de Florida durante la década del 80.
Salió de la sala en su silla de ruedas, esposado y declarado culpable de secuestrar con un arma de fuego y asaltar sexualmente a una mujer, en diciembre de 1983.
El ADN fue la principal evidencia en el juicio contra Robert Koehler.
“Solo marqué la casilla de culpable, él no puede decir no fui yo. El ADN recolectado en la escena dice que fue él”, destacó la fiscal Laura Adams.
Por su parte, la defensa dijo que las pruebas para culpar a Robert Koehler no son suficientes y que algunas no concordaban. La defensora pública también cuestionó la confiabilidad de la evidencia, el cómo se obtuvieron las muestras de ADN y si se realizó el manejo correcto.
La defensora pública Damaris del Valle recordó al jurado que “mientras cada uno de ustedes tenga una duda razonable, su veredicto debe ser de no culpabilidad”.
El lunes, minutos después de jurar decir la verdad, Robert Koehler se declaró inocente y contó su versión de los hechos. Dijo que había sido secuestrado por policías corruptos, que lo obligaron a presenciar asesinatos y que a base de descargas eléctricas, recolectaron su ADN para usarlo como evidencia.
“Una teoría de conspiración loca, increíble y horrible, que desafía la imaginación”, dijo la fiscal en referencia al relato del acusado. “¿Qué tipo de mente podría crear monstruosidades como las que escuchamos? Solamente un hombre capaz de irrumpir en la casa de una mujer inocente y asaltarla con un arma”.
“En un punto traté de levantar la manta con la que cubría mi cabeza, para poder verlo, pero él se percató, me golpeó por la cara y me rompió los labios”, narró en corte la mujer que casi 40 años después no solo vio de cerca, por primera vez, el rostro de su atacante, sino el momento en que finalmente se hizo justicia.
Tras un polémico juicio en el que se juzgaba a Robert Koehler y luego de varias horas de deliberación se anunció que el jurado había llegado a un veredicto.
El caso del violador de la funda de almohada fue recurrente en la prensa local de los años ochenta, mientras los investigadores le seguían la pista al hombre que se deslizaba por las puertas abiertas para asaltar sexualmente a mujeres, en algunas ocasiones a punta de cuchillo.
El caso se centró en una mujer que presuntamente fue violada en su propio apartamento en diciembre de 1983 cuando tenía 25 años y residía en la planta baja de un edificio localizado cerca del Aeropuerto Internacional de Miami.
La fiscalía considera que Robert Kohler es el autor de una docena de casos de violación courridos en el sur de Florida en la década del 80.
Aunque Koehler testificó que fue drogado, secuestrado, torturado y obligado a presenciar asesinatos por parte de policías corruptos, quienes le extrajeron semen y luego lo colocaron en las escenas de violación para que pudieran justificar y pedir mayores presupuestos policiales.
El juez Daryl Trawick había advertido repetidamente a la defensa que sus consultas sobre otras violaciones podrían abrir la puerta para que el Estado presentara más pruebas que vincularan a Koehler con los otros delitos.
Y eso fue exactamente lo que el Estado solicitó hacer en su caso de refutación después de que la defensa descansó este miércoles.
El juez le dio luz verde a una solicitud de la fiscalía: que el ADN de Robert Kohler se vincule a la víctima de una segunda violación, ocurrida en febrero de 1985, un caso al que la propia defensa hizo alusión.
Durante la sesión del martes, también se escucharon las declaraciones de un antiguo supervisor del equipo de casos sin resolver de la policía de Miami Dade, quien explicó cómo en la década de los ochenta los pocos avances en la tecnología de ADN impidieron relacionar un caso por el que Robert Kohler sí recibió condena, con el resto de las violaciones.
“El entró y abrió la puerta principal”, narró un detective cuando lo entrevistaron después de uno de los casos. “Él se abalanzó sobre ella y la cubrió rápidamente”.
Volantes comenzaron a circular por todo el sur de la Florida. De la misma forma se esparcía el pánico entre las mujeres, que en las noches cerraban sus puertas y preferían no salir a la calle.
Una víctima de violación cuenta: “en un momento traté de levantar la manta que cubría mi cabeza, para poder verlo, pero él se percató, me golpeó por la cara y me rompió los labios”.
No fue hasta ahora, casi cuarenta años después, que en la corte, esta mujer pudo ver a solo unos metros de distancia, el rostro del hombre que, según la policía, la violó a ella y a otra docena de víctimas.
En enero del 2020, Robert Kohler fue arrestado y la policía le confirmó a la mujer que el ADN recuperado en su cuerpo coincidía con el hombre detrás del temido seudónimo: el violador de la funda de almohada.
Koehler había sido condenado por una violación en 1990 en el condado de Palm Beach y sentenciado a libertad condicional, que luego violó y por lo que cumplió 120 días en la cárcel.
Más de dos años después de su arresto en relación al caso de Miami-Dade, la Oficina del Sheriff de Broward anunció que Koehler sería acusado de al menos seis otros casos de agresión sexual en ese condado.
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