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Hamilton gana a lo James Bond en Imola; Sainz, 7º

‘Hamilton. Lewis Hamilton’. Nuevamente él. El vigente campeón del mundo dio otro recital ante Valtteri Bottas. Al principio del GP de la Emilia Romagna parecía tenerlo todo en contra. Pero volvió a ganar. Como en un guion de una películas de Bond, donde James saca su ingenio para salir airoso de situaciones complicadas, el británico volvió a levantarse ante todo pronóstico para lograr su noveno triunfo en 13 carreras. Otro servicio a la patria, otra más del súper agente especial 007, el número de las coronas de los que va a poder sacar pecho al final de este curso. El británico realizó así su mejor homenaje al actor que el sábado denominó como uno de sus ídolos, Sean Connery, fallecido a los 90 años. “Fue un icono, posiblemente el mejor 007 de la historia”, dijo el inglés. Parecido razonable al de un piloto entorno al que en los últimos meses siempre ha surgido el mismo debate: ¿Es el mejor de la historia? ¡Gana solo por el coche? La respuesta es muy subjetiva. Lo que sí está más que demostrado es que necesita mucho más que Valtteri Bottas en su mismo equipo para sufrir. Y es que la carrera de Imola volvió a demostrar, como sucedió en Portimao, que Lewis es tan superior al nórdico en tantos aspectos clave que ya le pueden poner todas las trabas del mundo al inglés… el final casi siempre será el de este domingo.

“Hay ciertas cosas que no están permitidas, como beber Don Perignon del 53 a una temperatura superior a los 4º, es tan malo como escuchar a los Beatles sin taparse los oídos”, dijo Sean interpretando a Bond en Goldfinger. A dicha frase habría que añadirle el título de otra de sus obras: ‘Nunca digas nunca jamás’. Eso tampoco está permitido con Hamilton, que arrancó la carrera de la peor de las maneras.

Mala salida de Hamilton

Saliendo segundo, el inglés no arrancó bien y vio como Verstappen le quitaba la segunda plaza. En se contexto, en un circuito como Imola en el que es tan difícil adelantar, el de Stevenage parecía que solo podía pensar en atacar la segunda posición de Verstappen. Pero como animal competitivo que es, solo pensaba en ganar. Lo sabríamos poco después. Bottas realizaba su parada a boxes y Verstappen hacía lo propio, apretando al finlandés. Ahí, Hamilton tenía su oportunidad. Tenía que apretar al máximo, alargando todo lo que pudiera la vida de sus neumáticos medios, para tener opciones de darle la vuelta a la tortilla. Empezó a pintar de morado todos sus giros, era momento de ‘Hummer Time’.

Con una enorme constancia, seguía aprovechando el aire limpio para seguir ganando ventaja. Y en ese momento, a Bottas le avisaban por radio de que tenía un daño aerodinámico en el fondo de su coche, algo que podría traducirse como un simple
“Hamilton es más rápido que tú, céntrate en Verstappen”.
Lewis tenía la carrera en sus manos, había hecho lo más difícil, seguir marcando vueltas rápidas con una goma que ya tenía 23 giros de vida. Esa era la demostración de que Hamilton no solo lleva el mejor coche, sino que también domina cualquier factor mejor que Bottas. Forma la mejor pareja de baile para su W11. Mientras el nórdico sufre para no pisarle los pies a su pareja de danza, Lewis se mueve al compás de la música. Gestiona las gomas mejor que el nórdico y lee la carrera como los ángeles. Eso definió la cita en favor del de Stevenage hace una semana en Portimao, y esta vez lo volvió a hacer en territorio donde su gran ídolo Ayrton Senna sigue tan presente.

Hamilton ya lo tenía todo para ganar, y encima, la suerte le acompañó con un rápido ‘safety car’ virtual por el abandono de Esteban Ocon que le permitió hacer su parada gratis, afianzando su liderato. Ahí, el ‘Agente Hamilton’ ya había disparado sus mejores balas. Solo tenía que gestionar su margen ante Verstappen y un Bottas que perdía posición ante el holandés por su daño en el suelo y un error al pasarse de frenada. Pero ahí, las opciones de Hamilton incluso aumentaron. Max paró la carrera al sufrir el reventón de su rueda trasera derecha. Entró el ‘Safety Car’. La cita se definiría al sprint.

Últimas vueltas tras el ‘safety car’

Tras el accidente de Verstappen, un incidente incomprensible de George Russell tras el ‘safety car’ impidió al británico sumar el primer punto del curso para Williams tras un auténtico carrerón e hizo que el ‘Safety Car’ se mantuviera durante más tiempo en pista. Ello implicó que la carrera se reanudara a falta de solo 5 giros para el final. Hamilton pudo irse fácilmente ante

Valtteri Bottas
, beneficiándose de los problemas aerodinámicos que tenía el ‘77’, y en ese contexto, la verdadera emoción se vivió en la lucha por el podio y en la pelea en la zona media.

Ricciardo, segundo podio; Sainz, 7º

Con el accidente de Verstappen, Racing Point arriesgó demasiado ante la incredulidad de un Pérez que era tercero. La formación rosa quiso aprovechar el ‘safety’ para parar y poner el neumático blando al coche del mexicano. Ello le relegaba hasta la séptima plaza con mejor goma, pero en una pista donde es tan dificil adelantar, le alejaba del podio de forma incomprensible. Así, Ricciardo se encontraba con una tercera posición que le sabía a gloria, y en la reanudación el australiano se defendió a las mil maravillas con un neumático mucho más viejo ante un Kvyat que era un auténtico ‘cohete’ con su Alpha Tauri. El ruso había adelantado de forma agresiva a Leclerc, pero no pudo hacer nada para arrebatarle el podio al de Renault.

Todo ello, tras una intensa pelea en la zona media en la que todo cambió con el ‘safety car’ final. De hecho, Kvyat, que terminó cuarto, fue el gran incordio de Carlos Sainz durante toda la prueba. El ruso le hizo un enorme tapón al español en un trenecito de unos 4 coches con el que se encontró Carlos tras su primera parada. Ello impidió exprimir al español su mejor ritmo de carrera y exhibió el gran mal de la actual F1, lo imposible que es seguir a un coche en curva cuando un monoplaza es incluso algo más rápido.

Finalmente, el madrileño terminó en la séptima posición, por delante de un Norris al que pasó al inicio de la cita. Buen resultado para Carlos teniendo en cuenta que arrancaba décimo con una estrategia peor que los coches que le precedían. Aunque viendo la cuarta plaza de Kvyat, seguro que a Carlos le supo a poco. El español podía haber peleado por más en la resalida, pero se vio perjudicado especialmente por un Albon desquiciado que trompeó. Carlos frenó lo justo para no llevarse por delante al tailandés y aguantar posición con Norris, pero no para atacar.

Ricciardo se subió por segunda vez al podio este año. ¿Habrá más tatuajes para Abiteboul? Lo hizo acompañando a otro doblete de Mercedes, que esta vez se coronó por séptima vez consecutiva campeón del Mundial de Constructores, todo un récord al alcance de muy pocos. Con ellos brilla más que nunca Hamilton, Lewis Hamilton. 007, como el número de títulos que está por conquistar.


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