Final épico del GP de Gran Bretaña de Fórmula 1. De infarto. De aquellos que costará de olvidar por mucho que el que terminara ganando fuera el mismo de siempre, un Lewis Hamilton que hoy de nuevo volvió a verse beneficiado por la ‘flor’ que tanto le ha ayudado en múltiples ocasiones. Algunos le llaman ‘la suerte del campeón’, otros dicen que es la que merece porque es el que más la busca, pero lo cierto es que cualquiera en su lugar hubiera perdido lo que debía ser un cómodo triunfo para el inglés cuando vio que la rueda delantera izquierda de su Mercedes se reventaba a falta de una vuelta.
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El británico no podía creer lo que estaba sucediendo. Empezó a empujar al máximo a tres ruedas por todo el trazado de Silverstone para amarrar un triunfo increíble en un final de película. Y pese a ir con una goma destrozada, con el coche rozando por la pista, lo consiguió gracias también al pinchazo final de su compañero Valtteri Bottas, que ocurrió justo una vuelta y media antes.
El GP de Gran Bretaña en imágenes
En aquel momento, Valtteri Bottas era segundo y optaba por terminar como un héroe sin querer pasar por boxes a cambiar neumático. El Mercedes es infinitamente superior al resto, pero al nórdico no le alcanzaría como para defender su segunda plaza con una rueda menos y tuvo que entrar a cambiar gomas para finalizar 11º.
Cara y cruz para Mercedes en un mismo final. Hamilton logró resistir y ganar con un reventón. A Bottas no le dio ni para puntuar. Ejemplo de la realidad que vive el campeonato: solo hay un único dominador con el 6 veces campeón del mundo al frente sin discusión.
Verstappen perdió una oportunidad de oro
El de Stevenage volvió a tener la suerte de cara. Además de que Bottas también había pinchado y no podía quitarle la victoria, Verstappen, que pocas vueltas antes estaba resignado en tierra de nadie, en la tercera posición, había decidido entrar a cambiar neumáticos justo antes que empezara el drama de las ruedas de Mercedes. Max, que ni por asomo se imaginaba que pudiera pasar algo así, paró en boxes para poner gomas nuevas e ir a por la vuelta rápida. Era su único objetivo ya que veía que no podía alcanzar a los de Brackley. Pero lo que no sabía es que de esa manera estaba perdiendo la oportunidad de ganar ante todo pronóstico.
Tras poner neumático fresco, Max pudo superar a Bottas, pero el tiempo perdido en boxes solo le permitió quedarse a 5 segundos de un Hamilton que entraba sudando y nervioso, sin podérselo creer, como ganador del GP de Gran Bretaña.
Verstappen
logró por lo menos el punto extra de la vuelta rápida, pero ello le impidió arrebatarle el triunfo a un Lewis que sale de la cuarta carrera mucho más líder y con su victoria número 87 bajo el brazo, a solo 4 del récord histórico de 91 triunfos que todavía tiene Michael Schumacher.
Sainz, cruel final cuando era cuarto
Cruel final para Carlos Sainz. Cuando era cuarto, después de beneficiarse del pinchazo de Valtteri Bottas, el piloto español vio como su rueda delantera izquierda también decía basta y le impedía culminar con un gran resultado el ‘show’ que dio en pista.
El español había realizado un carrerón y merecía ese premio, pero de nuevo, la suerte decidió darle la espalda como lo hizo en las primeras carreras de este año. En todas ellas, algo influyó negativamente en sus resultados. Se quedó sin podio en Austria al verse frenado por Norris, tuvo un pit stop malo del equipo en Estiria, se encontró con tráfico en boxes en Hungría, y esta vez, el golpe fue todavía más duro: un pinchazo repentino que le dejó fuera de los puntos por primera vez este año.
El español se había ganado a pulso la cuarta posición, o por lo menos, una quinta que mantuvo durante toda la carrera sin titubear. Todo, después de un inicio espectacular.
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Gran salida de Sainz
El madrileño empezaba la carrera de este domingo con ganas de resarcirse de una clasificación en la que finalizó séptimo tras sufrir un problema en el cambio de su MCL35, y lo hizo con mucha ambición, defendiéndose en los primeros metros de los Renault por fuera de las primeras curvas y atacando a Lance Stroll para pasarlo rápidamente. Pero su ‘show’ llegaría en las siguiente curva, cuando pasó con un enorme ‘por fuera’ a su compañero Lando Norris.
Carlos sabía que debía darlo todo al inicio al montar los neumáticos blandos, con los que era consciente que sufriría mucho en su primer stint por su mayor degradación. No obstante, el coche de seguridad cambió la carrera y pareció beneficiar al español.
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El primer ‘safety car’ entró en la primera vuelta tras un toque de Albon que dejó fuera a Grosjean y por el que el tailandés fue sancionado. Y el segundo coche de seguridad llegó en la vuelta 13. El que a posteriori marcaría la carrera. Ese coche de seguridad le permitió a Carlos realizar una parada gratuita y colocar el compuesto duro, como el resto de pilotos, quitándose de en medio la goma blanda e igualando las cosas con sus perseguidores.
Así, el español supo defenderse de los ataques en la resalida de Ricciardo y Norris y solo el tapón que le hizo al inicio Grosjean (que era quinto al no haber parado a boxes) le impidió pelear de cerca con Leclerc. Cuando Carlos pasó al francés en la vuelta 23, el monegasco ya estaba demasiado lejos y así parecía que se iban a quedar las cosas para el madrileño al final.
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Pero precisamente, el poner el neumático duro en la vuelta 13 para aguantar toda la carrera, en lugar de beneficiarle fue lo que le perjudicó, igual que a los Mercedes. Terminó pinchando y diciendo adiós a cualquier opción, finalizando en la 13ª posición.
Locura final tras un paseo de Mercedes
Antes del épico final con los pinchazos de Hamilton, Bottas y Sainz, la carrera había sido un dominio incontestable de las dos ‘flechas negras’, con Hamilton dirigiéndose hacia el triunfo a una mano ante un Bottas que cumplía con sus funciones de ‘escudero’.
Los dos Mercedes están en otro planeta. Más aún respecto a los años anteriores tras el ‘batacazo’ que se ha dado Ferrari con su coche este año y el paso atrás de Red Bull, que solo cuenta con la clase de Verstappen para optar como mucho al podio. Y solo cosas como las de hoy, una sorpresa final, pueden ponerle emoción a la pelea en cabeza.
“No te olvides de beber”, le decía Verstappen a su ingeniero a mitad de carrera con un comentario que normalmente debe ir en dirección inversa. Es solo un ejemplo de la frustración que sentía la joven estrella holandesa, que veía como iba perdiendo fuelle, décima tras décima respecto a los dos Mercedes en cada vuelta sin poder hacer nada para remediarlo. Max se encontraba en tercera posición, aburriéndose al volante de un F1. Y es que al margen de los dos Mercedes y el Red Bull de un Verstappen que sigue un escalón por detrás, para encontrar las batallas, igualdad, luchas e incertidumbre que tanto necesita la Fórmula
1 hay que irse a la zona media.
En esa ‘Segunda División’ la carrera sí fue una locura, con bonitas batallas entre McLaren, Renault y el único Racing Point en pista, el de Stroll, después de que Hülkenberg no pudiera competir por un problema en su coche de última hora.
Norris se vio beneficiado por los pinchazos de Bottas y Carlos para ser 5º en una cita en la que no dejó de pelear con el Renault de Ricciardo (4º) y Ocon (6º). También completó una buena remontada final Gasly (7º), que terminó por delante de un decepcionante Albon (8º) que sigue sin dar la talla en Red Bull. Un mal Stroll finalizó 9º por delante de un Vettel desaparecido. Todos ellos pero, con más premio que un Carlos que los superó a todos en todo momento.
CLASIFICACIÓN FINAL DEL GP DE HUNGRÍA DE F1 2020
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