A poco más de 80 kilómetros del Hürth-Hermülheim natal de Michael Schumacher, en Nürburgring, un circuito mítico como el que más en el que ‘el Kaiser’ es el piloto más laureado con 5 victorias. El destino no podía haber escogido un lugar más mágico para que Lewis Hamilton igualara este domingo en el GP de Eifel el histórico récord de victorias de Michael, alcanzando su triunfo número 91 en la F1. Hace unos años, parecía imposible que nadie alcanzar tal cifra de alegrías. Parecía que el legado de ‘Schumi’ en forma de récord perduraría para siempre. Pero aprovechando al máximo la increíble superioridad de su Mercedes desde 2014, haciéndose con todos los títulos excepto el de 2016 en la era híbrida de la F1, con un total de 70 triunfos con el equipo de la estrella, Lewis consiguió agrandar su leyenda un poco más igualando al alemán en su casa. Al margen de su calidad, Hamilton ha sabido beneficiarse de que al margen de Rosberg en 2016, su rival en su mismo equipo, Valtteri Bottas, jamás estuvo a su altura. La demostración más clara de ello se vio una vez más en la carrera de este domingo, donde el nórdico le entregó el triunfo a Lewis en bandeja de plata al cometer un grave error antes de sufrir unos problemas en su coche que le obligaron a abandonar. Tampoco podía hacer nada Verstappen (2º) para hacerle cosquillas a Hamilton con un Red Bull muy inferior. Y así es como el de Stevenage siguió escribiendo su nombre en la historia de la F1 en una temporada en la que lo tiene todo para superar el récord de Michael e igualar el registro que más desea, el de 7 los títulos mundiales que tiene el germano.
Bottas, fallo grave y posteriores problemas
La carrera no se antojaba fácil para Lewis Hamilton, que en el arranque logró ganarle la partida en los primeros metros a Valtteri Bottas. Ambos se colocaron en paralelo y el británico realizó una trazada demasiado ancha, llevando hacia el exterior a su compañero para defenderse. Ambos salieron por el exterior de la pista, pero al regresar, Bottas no agachó la cabeza ante su líder y recuperó la primera posición con un buen interior por la curva 2. Parecía que era el fin de semana de Valtteri, que quería completar su exhibición de clasificación con su segundo triunfo consecutivo. Pese a ello, no estaba todo dicho. Lewis jugó la carta que más veces le ha llevado al éxito, la de la presión psicológica sobre un finlandés que se diluyó como se deshace un lago helado tras el invierno. Primero, lo hizo cometiendo un grave error en la curva 1 en la vuelta 14. Sentía el aliento de Lewis en su cogote y algunas gotas de lluvia aumentaban la tensión. Y finalmente, los nervios le jugaron una mala pasada. El ‘77’ se pasó de frenada y Lewis, cual depredador, se lanzó a por la primera plaza con el cuchillo entre los dientes. No dejó ni los huesos en su presa. Se comió a Valtteri sin cometer el error del inicio de la carrera, sin dejarle el suficiente espacio por el interior de la curva 2 a Bottas para arrebatarle la segunda plaza.
A partir de ahí, Bottas estaba fuera de juego. Con un enorme plano en su rueda por su pasada de frenada, tenía que entrar a cambiar gomas demasiado pronto, hipotecando su carrera puesto que debería parar una vez más. Bottas había pasado de luchar por la primera plaza a verse con el agua el cuello ante Verstappen en la pelea por la segunda posición. Y el día se torció del todo para el de Nastola por un problema de potencia que le hizo perder posiciones y le obligó a abandonar.
Safety Car
Hamilton había machacado a Verstappen con su ‘Hammertime’ particular, pero el abandono de Lando Norris por un fallo de motor en su McLaren volvió a compactar el grupo tras el coche de seguridad. A falta de 11 giros, Hamilton debía defender su triunfo ante un mal socio, Max Verstappen. Pese a ello, Lewis, perro viejo, gestionó a la perfección el reinicio tras el ‘safety car’, pillando desprevenido con su arrancada al neerlandés, marchándose así una meta histórica, la de su triunfo número 91.
Sainz, 5º en una carrera absolutamente loca
En un trazado de la vieja escuela en el que los pilotos competían este domingo sin casi datos por no haber podido rodar el viernes, la carrera tuvo absolutamente de todo. Hubo toques, sanciones, un virtual safety car al inicio de carrera y un coche de seguridad al final. Era una carrera de pura adaptación y posterior supervivencia. Y en ese escenario, Carlos Sainz volvió a brillar como el que más
logrando la quinta posición. El español arrancaba décimo con un coche que no sabía muy bien cómo iba a rendir. La incertidumbre para el español era máxima. Llevaba el nuevo paquete aerodinámico sin haberlo podido adaptar y desarrollar el viernes.
El sábado, la sensación que le dieron las mejoras no fue buena, pero lo iba a intentar. No pudo ganar posiciones en la salida, pero sí lo hizo a lo largo de la carrera con un ritmo constante, sin errores y aprovechándose de los problemas y fallos ajenos. Carlos se vistió de superviviente y alcanzó la quinta plaza cumpliendo a la perfección con la estrategia. Pilotos como Bottas, Ocon o Norris abandonaron y le entregaron tres posiciones. Albon hizo lo propio con una horrenda carrera en la que se llevó puesto incomprensiblemente el alerón delantero de Kvyat, (con posterior penalización de 5 segundos) y que a punto estuvo de arruinar la carrera de Gasly. Y por su parte, la fortuna no acompañó a un combativo Leclerc que podía aspirar a pelear por posiciones de podio si no hubiera parado antes de que saliera el último ‘safety car’ de la prueba. Mientras el resto fallaba, Carlos se dirigía hacia un gran resultado en una cita en la que parecía que estaba condenado a sufrir. Una vez más, no arrojó la toalla y aprovechó al máximo sus opciones.
En la resalida del ‘safety car’ a falta de 11 giros, Carlos Sainz, con goma nueva igual que Pérez y Ricciardo, se pegó a ambos beneficiándose de la enorme batalla entre el de Renault y el de Racing Point. El español abrió rápidamente una brecha importante con un Leclerc con goma vieja pero no pudo pelear por el podio. Ahí iniciaba un último esfuerzo para el madrileño. Pierre Gasly se le pegaba en los últimos 3 giros, pero Sainz consiguió defender una quinta plaza que sabe a triunfo.
Histórico podio de Renault antes de la llegada de Alonso
Hacía 93 carreras, desde Malasia 2011, que Renault no subía al podio. Lo logró Daniel Ricciardo, que de bien seguro hoy maldijo no haber tenido más paciencia con los franceses y decidir marcharse a McLaren al final de curso. El australiano logró un gran podio por el que su jefe, Cyril Abiteboul, deberá cumplir con la apuesta que hizo con Ricciardo: Si hacía un podio este año, deberá tatuarse lo que quiera Daniel. De bien seguro, el australiano no defraudará a la hora de echarle imaginación. Renault ha culminado su crecimiento de los últimos años hasta alcanzar el podio. Un camino muy largo que quiere continuar elevando Fernando Alonso el próximo año. Tardaron 9 años en lograr un podio. Ahora, los franceses están listos para subirse más amenudo a un cajón si Mercedes y Red Bull fallan.
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