Dudas, muchísimas dudas de cara a la clasificación del GP de Bahrein después de la celebración de la primera jornada de entrenamientos de la antepenúltima cita del curso en la Fórmula 1. Mucha incógnitas, menos una, la de siempre: Mercedes está en otro mundo. Y en la batalla entre las dos ‘flechas negras’, Hamilton es claramente favorito. En otras pistas, su compañero Valtteri Bottas logró ponerle las cosas un poco difíciles liderando el viernes y plantando batalla al campeón en la clasificación, aunque en la mayoría de ocasiones, diluyéndose el día de la carrera. Y en este caso, si el nórdico no tiene otro de sus días de inspiración divina este sábado, el británico parece claro aspirante a alzarse con una nueva pole, con la que alcanzaría las 98 en toda su carrera.
El piloto de Stevenage, tras proclamarse 7 veces campeón del mundo de F1 hace dos semanas, ya avisó en Turquía que seguía con el mismo hambre que siempre, que se sentía como si acabara de empezar, que estaba en pleno estado de forma y que, antes de sentarse a hablar de su renovación con Mercedes al final de curso, tenía 3 carreras por ganar aún. La primera de ellas, la de este domingo. No iba de farol. Lideró desde el inicio, por la mañana, y cerró el día en la primera posición con más de 3 décimas sobre un Verstappen que fue segundo con goma media y un Bottas que no se encontró para nada cómodo en la pista bareiní.
Lewis había escondido su verdadero potencial durante toda la sesión, pero al final, con un solo giro, pulverizó registros sin sudar lo más mínimo.
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Sainz, perjudicado por una bandera roja
En la pelea por la cuarta, quinta y sexta posición, en la parte delantera de la zona media, se esperaba que estuviera Carlos Sainz junto al Racing Point de ‘Checo’ Pérez y el Renault de Daniel Ricciardo. Debió estar ahí. Pudo hacerlo. El español fue cuarto por la mañana y por la tarde debía enviar un claro mensaje de fuerza en un trazado en el que su McLaren debía adaptarse mejor que en los trazados precedentes. Sin embargo, nos quedamos con las ganas de conocer el ritmo real del madrileño por culpa de un accidente de Albon en la última curva por el que se paró la sesión.
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Justo en ese momento, el español estaba empezando su intento bueno de simulación de clasificación con la goma blanda. El madrileño no estaba defraudando. Había pintado de purpura el primer sector con el récord de la sesión, pero tuvo que abortar su giro por el fuerte incidente de Alex. Así, el madrileño solo pudo finalizar 13º en su segundo intento ya con goma usada, una posición irreal para él. Habrá que esperar hasta la FP3 y a la clasificación para conocer si Carlos puede plantar cara con mejores armas a sus rivales directos, algo que no pudo hacer su compañero Norris, séptimo a 4 décimas de Pérez (4º) y Ricciardo (5º), por detrás de Gasly y por delante de Stroll (8º).
Albon, la gota que colmó el vaso
Alex Albon, con el agua al cuello desde hace meses, presionado por su equipo, pudo haber cometido el error más grave de su carrera en la FP2 de Bahrein. Red Bull lleva avisando públicamente al piloto tailandés de que si no mejora su rendimiento y se acerca a Max Verstappen, el conjunto optará por sustituirle en 2021 por Hülkenberg o Pérez. El progreso de Alex no ha llegado y sí se han reiterado errores como el de este viernes. En este caso, pudo ser el definitivo, el que rubrique el despido de cara al año que viene de Albon.
Ferrari sufre por su motor
Pese a la mejora de Ferrari en los últimos Grandes Premios por las novedades que puso en su coche, en este GP de Bahrein, a los italianos les va a tocar sufrir de lo lindo. No se espera que Leclerc pueda hacer magia y pelear por liderar la zona media. En un circuito donde el motor es tan importante, la principal debilidad de los de rojo este año, la potencia de su propulsor, vuelve a dejarles demasiado atrás en una cita en la que los ferraristas lo tendrán muy difícil para colarse en la Q3.
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