Mercedes terminó los test de pretemporada de F1 2020 como lo empezó, como gran favorito a revalidar el título con Lewis Hamilton, que este año tiene ante sí la oportunidad de su vida de igualar los 7 títulos mundiales de Michael Schumacher. El conjunto de la estrella fue el más rápido de los test con un 1’15”4 de Valtteri Bottas y terminó el último día, con una pista en peores condiciones por la meteorología, de nuevo dominando con el finlandés al frente con un 1’16”196. El conjunto de Brackley superó en varios días las 180 vueltas con la suma de giros de sus dos pilotos, algo fundamental en los test, pruebas oficiales en la que el objetivo principal de todos los equipos es rodar lo máximo posible para recoger datos y poderlos estudiar de cara al inicio del curso. No obstante, el motor roto en la penúltima jornada (día 5 de test) y algunos problemas más relacionados con la unidad de potencia de la firma alemana hacen que Lewis Hamilton se mostrara preocupado al término de los test.
“Es preocupante, sin duda. Normalmente terminamos la pretemporada con mucha más confianza en nuestra fiabilidad, así que no ha sido perfecto. Creo que ya hemos montado un segundo motor”, dijo en declaraciones recogidas por ‘Crash.net’.
No obstante, hay que recordar que estas palabras pueden tratarse de nuevo de parte de un juego psicológico de Lewis hacia sus rivales. Ya lo hizo el pasado curso, reiterando en los test de 2019 que Ferrari era más rápido para posteriormente dejar sus palabras en nada dominando plácidamente el Mundial con su W10.
“No ha sido perfecto y hemos detectado que tenemos muchos problemas que estamos intentando solucionar. No sé cuánto tiempo nos llevará arreglarlo pero nunca es malo descubrir problemas durante la pretemporada. No es una situación fácil ni de tranquilidad, pero estoy seguro de que la gente de la fábrica lo analizará y harán todo lo posible en las próximas dos semanas para asegurar que empezamos bien”, expresó el 6 veces campeón del mundo de F1.
No se cree la desilusión de Ferrari
Lewis Hamilton también se refirió a la situación de Ferrari. El conjunto rojo ha reiterado durante estas dos semanas que “Mercedes y Red Bull son más rápidos” y que no son lo “suficientemente veloces para ganar en Australia”. No obstante, apuntaron que “el año es largo” y que debían desarrollar su coche lo antes posible para poder batallar en cabeza con sus oponentes. Admitieron la mejora de su monoplaza en cuanto a carga aerodinámica, con un mejor paso por curva, pero aseguraron que ello les ha perjudicado en recta, donde en 2019 eran los más fuertes. Con todo ello,
Mattia Binotto, jefe de los italianos, ponía una nota de “algo menos de un 6”
a las prestaciones mostradas por su coche en cuanto a ritmo puro a una vuelta en estos test.
Palabras que Lewis Hamilton no termina de creerse. “Nos centramos en nuestro trabajo y realmente no tengo ni idea de lo que dice el resto. Por supuesto, estoy alerta de que hay gente que nos exalte y que ellos mismos se empequeñezcan para quizás conseguir resultados muy buenos de forma inesperada, pero eso no es importante. La gente cree que es una guerra psicológica, pero no lo es. Quizás para los que tienen una mente débil, pero eso no nos afecta a nosotros”, expresó al respecto en unas declaraciones parecidas a las realizadas por Valtteri Bottas un día antes, en las que el finlandés no se fiaba de los lamentos de la ‘scuderia rossa’.
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