Sexta carrera del año, y todo de cara para que Mercedes firme su sexto doblete del curso ante un Ferrari que volvió a decepcionar con una nueva chapuza. Esta vez, tras tres poles consecutivas de Valtteri Bottas, el mejor fue Lewis Hamilton, que pudo acabar con la racha en clasificaciones de su compañero para volver a dejarle claro quién manda en el equipo de la estrella. El inglés consiguió su pole número 85 y rompió así un récord histórico más que tenía en su haber Michael Schumacher, alcanzando las 59 poles con un mismo equipo. Récords y más récords para el piloto que le arrebató el liderato a su compañero finlandés con su triunfo en Barcelona, y que este fin de semana lo tiene todo para poder cumplir su gran objetivo de dedicarle un nueva victoria a su amigo Niki Lauda, fallecido esta semana.
Lewis se impuso gracias a una última vuelta con mucho suspense. Venía como un avión, pero un error en La Rascasse le abría la puerta a Valtteri a poder volver a superar al de Stevenage. Sin embargo, el nórdico, que fue el más veloz en el primer intento, se quedó sin opción de realizar su última vuelta lanzada debido a que el tráfico en su giro de preparación le impidió calentar bien los neumáticos. Por ello, Bottas terminaba “decepcionado”, consciente de que podía haber tenido la ocasión de seguir metiendo presión a su compañero y volver a asaltar el liderato del Mundial este domingo.
En tercera posición arrancará Max Verstappen, quien pudo superar al único Ferrari que estaba presente en la lucha final por la pole, el de Vettel, que volvió a decepcionar al tocar levemente el muro al final por tercera vez este sábado y tirar así a la basura sus pocas opciones de realizar un buen crono.
Ferrari, un nuevo desastre
Desastre para Ferrari. Uno más después de que los italianos se hicieran el ‘Harakiri’ en la clasificación. Todo, por su ciega obsesión de priorizar las opciones de Vettel sobre Leclerc. En la Q1, Charles se pasó el control de peso y tuvo que retroceder para realizarlo. Ello le quitó mucho tiempo y volvió al box para que le prepararan el coche para realizar su segundo intento. Le decían que había tiempo para ello, pero en ese instante, Vettel tocó con una de sus ruedas uno de los muros de la salida de la piscina, y ahí, Ferrari se olvidó del monegasco y se centró en su líder. Al germano le daría tiempo a que analizaran su coche, le cambiaran las gomas y realizara su segunda vuelta, ante un Charles que seguía esperando su turno como espectador de lujo, tremendamente enfadado, sin poder creer lo que hacía sucedido. El coche del germano taponaba al de Charles en boxes, lo que privó al joven ferrarista salir de nuevo para pasar el corte sin problemas. Y todo acabó con Sebastian metiéndose en Q2 y echando a su compañero a las primeras de cambio.
Ferrari se quedaba pues sin su hombre más rápido en pista por un error garrafal. Lo apostaron todo por un caballo que hace tiempo que dejó de ser ganador, el de Vettel, que en la Q3 la volvió a pifiar para poner el broche de oro a una enorme chapuza italiana.
Carlos Sainz lo borda
A Carlos Sainz le encanta enviar ‘mensajitos’ en pista, y esta vez lo volvió a hacer con una gran sesión de clasificación. Venía de brillar en el GP de España con un enorme final en el que ganó dos posiciones para ser octavo, y en Mónaco, en un trazado en el que el McLaren sufría y mucho por sus problemas en curvas lentas, lo bordó.
El español entró en deécima posición a la Q3 pasando el corte por delante de su ex compañero Hülkenberg, y una vez entre los mejores, fue capaz de superar al Toro Rosso de Albon en la sesión final para ocupar la novena posición en la parrilla de salida de este domingo. El español continuó así olvidándose de la mala suerte que le persiguió al principio de curso haciéndose con una buena plaza para salir este domingo a por los puntos.
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