Valtteri Bottas fue más rápido durante todo el fin de semana. Aseguraba que no tiraba la toalla en la lucha por el campeonato. No bajaba la cabeza ante su jefe de filas, Lewis Hamilton, que en las anteriores tres carreras parecía haber acabado con su rebelión con tres victorias consecutivas. El inglés llegaba a Paul Ricard con 29 puntos de ventaja en la general y Bottas era consciente de que no podía fallar. Iba en la dirección adecuada para sumar una pole con la que meter presión al inglés. Pero en el momento clave, el pentacampeón sacó el martillo para poner las cosas en su lugar y superar a Bottas por 0”286 con un auténtico vueltón. Pole número 86 y nuevo récord de la pista para el inglés que se combina con un nuevo doblete para Mercedes, que no tuvo rival en el trazado francés ante unos Ferrari que nunca estuvieron a la altura de las ‘flechas de plata’ y que vieron como su líder, Sebastian Vettel, se hundía un poco más con una séptima plaza decepcionante.
El alemán cometió un fallo en su primer intento de Q3 y en el definitivo fue 8 décimas más lento que Charles, al parecer, por un problema más de fiabilidad con el que señalar al equipo, y es que el tetracampeón aseguró que no podía meter la cuarta marcha tras la curva 9.
Solo la tercera plaza de Leclerc salvó el honor de un ‘Cavallino Rampante’ a la deriva, impotente ante el dominio de los de Brackley, que no fallan. Y la carrera de este domingo debería enrojecer todavía más la cara de los ferraristas, puesto que el ritmo de los de la estrella y su gestión de los neumáticos está a años luz de un ‘Cavallino Rampante’ que corroboró su cojera en Francia tras el espejismo de Canadá.
En Ferrari siguen más perdidos que un elefante en una cacharrería, buscando dar con la tecla con más novedades que volvieron a ser remedios peores que la propia enfermedad en Francia. Hagan lo que hagan, Mercedes es superior, y solo Bottas se presenta como candidato a pelear por la victoria este domingo con el vigente campeón.
Norris y Sainz, sobresalientes
Gran día para McLaren, que confirmó sus grandes sensaciones del fin de semana por fin en clasificación, la gran cuenta pendiente del equipo inglés, donde en las carreras anteriores no lograba mejorar como sí lo hacía el resto. Y en Paul Ricard, todo cambió. Las novedades funcionaron y así el conjunto de Woking cumplió un objetivo más en su despertar. Lo hizo con Lando Norris (5º) y Carlos Sainz (6º), ambos brillando e incluso permitiéndose un lujo reservado solo para los mejores, el de pasar a la Q3 con el neumático medio para evitar poner un blando que se degrada demasiado en carrera. Con ello, parten ya con ventaja respecto a sus rivales de la zona media para tratar de cazar la mayor cantidad de puntos posibles en la lucha por el cuarto puesto de Constructores.
Esta vez, Carlos no pudo superar a su compañero por poco más de una décima, peor tendrá una buena posición de partida para volver a maravillar con una de sus grandes salidas en busca de la sorpresa de inicio.
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