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Hamilton, pulso a la F1: ¿No a las joyas? Así se presentó en rueda de prensa

Hamilton, pulso a la F1: ¿No a las joyas? Así se presentó en rueda de prensa

El tema de las joyas y Lewis Hamilton sigue trayendo cola. Hace casi un mes, en el GP de Australia, el nuevo director de carrera abrió un melón que va a tardar en acabarse. Niels Wittich, recordó por aquel entonces la prohibición para todos los pilotos de llevar joyas durante los Grandes Premios. “No pienso quitármelos”, respondía Hamilton públicamente en relación a sus piercings. “Son cosas personales. Deberías poder ser quién eres”, añadía el británico, en contra de una normativa pensada para aumentar la seguridad del piloto. Y ahora, ambas partes parecieron hacer más fuerza en su pulso. 

Por una parte, la FIA fue un paso más allá antes del Gran Premio de Miami. Niels comunicó a todos los equipos que ahora deberán confirmar que sus pilotos cumplen con las normas de ropa interior y joyas durante los eventos a través de un nuevo formulario que se modificará para “incluir controles relacionados con el cumplimiento del Apéndice L del Código Deportivo Internacional (ISC), Capítulo III, específicamente el Artículo 2 sobre el cumplimiento ropa interior y el artículo 5 relativo al uso de joyas”.

Pero Hamilton, lejos de agachar la cabeza, hizo lo contrario. Demostró sus ideas redoblando su apuesta. Casualmente, en Miami se presentó en la rueda de prensa con más joyas de lo normal: tres relojes, cuatro o cinco collares, ocho anillos, dos pendientes, sus piercings habituales y alguna pulsera. Sabía que le iban a preguntar por este tema. Y sus respuestas no defraudaron: “No pude conseguir más joyas hoy”, expresó con sorna. 

“Pero realmente no tengo mucho más que agregar que lo que ya dije la última vez que estuve frente a ustedes y hablamos al respecto”, agregó el británico. 

Hamilton, en el paddock del GP de Miami de F1

SHAWN THEW / EFE

Hamilton: “La FIA tiene peces más grandes que freír”

“Siento que es casi como un paso atrás. Si piensas en los pasos que estamos dando como deporte y los problemas y causas más importantes en los que debemos centrarnos y realmente presionar… Creo que hemos hecho grandes avances como deporte”, continuó.

“Mira, estamos aquí en Miami. Esto es algo tan pequeño… he estado en el deporte durante 16 años, he estado usando joyas durante 16 años. En el coche solo tengo puestos los pendientes y el aro en la nariz, que ni siquiera me puedo quitar. Así que parece innecesario que entremos en esta disputa”, concluyó Lewis. 

Lewis Hamilton, en el GP de Miami de F1

Darron Cummings / AP

“Uno de los piercings no puedo explicar dónde está…”

“No puedo eliminar al menos a dos de ellos. Uno no puedo explicar realmente dónde está… Pero lo que puedo decir es que es platino lo que tengo, así que no es magnético, nunca ha sido un problema de seguridad en el pasado. Me he sometido en 16 años a muchas resonancias magnéticas y no me han tenido que quitar el platino”, dijo el 7 veces campeón, quien incluso amagó con no correr si le ponen complicaciones: “Y si me lo impiden, que así sea. Tenemos un conductor de repuesto… de todas formas hay muchas cosas que hacer en la ciudad, así que estaré bien de cualquier manera”.

Según el Código Deportivo Internacional, los pilotos deben usar “ropa interior larga” y otra ropa resistente ignífuga homologada según los estándares de la FIA. En este sentido, prohíbe el uso de joyas “en forma de piercings en el cuerpo o cadenas de metal para el cuello”.

El director de carrera recordó “en el caso de que se requieran imágenes médicas para informar del diagnóstico tras un accidente, la presencia de joyas en el cuerpo puede causar una complicación y un retraso significativos” y que podrían dificultar la intervención y el tratamiento médico debido al riesgo de engancharse al quitarse alguna parte del equipo de seguridad, como el casco, el pasamontañas o el mono.

Lewis también reveló haberle enviado un un mensaje al nuevo presidente de la FIA, Mohammed Ben Sulayem, antes de llegar a la pista, diciéndole que esta pugna por las joyas le parecía una tontería y que no pensaba pelearse por ello.




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