Lewis Hamilton no tiene previsto dar marcha atrás. Es más, redobla su apuesta tras lo sucedido en el GP de Miami. El inglés se ha plantado y de ahí no lo sacan.
El pasado fin de semana se armó un gran lío después de que el director de carrera fuera más estricto con una normativa de seguridad que ya existía y que algunos no cumplían: la de no llevar joyas y la de llevar la ropa interior ignífuga homologadas por la FIA. A partir de Miami, todos los equipos debían controlar y confirmar que sus pilotos cumplían con esta norma. Ahí, Hamilton se rebeló. Apareció en rueda de prensa con tres relojes, 5 collares, dos pendientes, 8 anillos y sus piercings.
“No podía ponerme más joyas”, decía con ironía, quejándose de que la F1 no estaba poniendo el foco en lo importante y recordando que lleva pilotando 16 años con sus piercings. Además, decía que dos de ellos no se los podía quitar y que sus piercings definían quién era. E iba un paso más allá: Amenazaba a la FIA diciendo que si no podía correr por este motivo, que no competiría y se iría a disfrutar de la ciudad de Miami.
Y tras ello, Hamilton volvió a retar a la FIA. Entendiendo que tenía dos piercings que no se podía quitar, la FIA le dio un permiso especial a Lewis Hamilton para competir en Miami y le daba de plazo hasta el GP de Mónaco de F1 2022 para quitarse los piercings. Pero como dijo Hamilton, no lo hará. Le preguntaron si seguiría las reglas, y Lewis lo tuvo muy claro: “No”.
“Obtuve una exención aquí (Miami) y tendré exenciones por el resto del año. Se permiten anillos de matrimonio… Usaré cuatro relojes la próxima vez”, dijo con más sorna, sin entender el motivo por el que la FIA permitía que los pilotos sí pilotaran con anillos de matrimonio, pero no con otro tipo de anillos.
Según la FIA, “el uso de joyas durante la competición puede dificultar tanto las intervenciones médicas como el diagnóstico y tratamiento posterior en caso de que sea necesario después de un accidente. La presencia de joyas puede, debido al riesgo de ‘enganche’, el retiro del equipo de seguridad del conductor, como casco, pasamontañas y monos”.
Seguridad para las joyas, pero… ¿y los muros?
Pero para Hamilton, estas cuestiones de seguridad no tienen relevancia. Y es que la FIA, que da tanta importancia a la seguridad, por ejemplo no hizo caso a las peticiones de los pilotos de poner barreras Tech-Pro en la curva 14 de Miami, donde Esteban Ocon y Carlos Sainz sufrieron fuertes choques contra el muro. Esteban dijo que había competido el domingo con el físico al 50%. Y Sainz dijo haber competido con el cuello dolorido.
“La FIA tiene peces más grandes que freír”, dijo Hamilton el viernes, frase que habría podido usar para referirse a situaciones como la ausencia de de dichas barreras de seguridad.