Hamilton había sido tercero en la Q2. Quería confirmar que Mercedes estaba de vuelta tras el buen rendimiento del coche de Brackley. Parecía poder hacerlo. Estaba rindiendo a un gran nivel junto a su compañero Russell en una pista como Austria. Pero en Q3, el de Stevenage se fue contra el muro de la curva 7 tras perder el control de su coche en un viraje rápido de izquierdas.
“Lo siento, chicos”, dijo por radio el 7 veces campeón del mundo, que se salió de pista cuando estaba realizando su segundo intento de Q3 con el primer juego de gomas.
En el primer intento tuvo que abortar y, sin pasar por boxes, quiso antes colocar un buen tiempo en la tabla previo a su última bala. Sin embargo, Lewis no pudo hacerlo y se quedó sin nada. Tendrá que arrancar desde la 10ª posición en la carrera al sprint de este sábado en Austria.
El accidente de Hamilton obligó a parar momentáneamente la Q3 a falta de los últimos 5’29” por disputarse por bandera roja. Y la sorpresa definitiva llegaría unos minutos después. George Russell se había colocado en la quinta plaza con su primer crono y ello le permitía poder arriesgar un poco más. Pero ello le llevó a cometer un grave error. Venía mejorando su tiempo personal en el segundo sector, pero en la entrada de la última curva perdió el control de su coche e impactó de forma fuerte contra las protecciones con la parte trasera de su Mercedes, originando la segunda bandera roja de la sesión.