La situación de Kheira Hamraoui en el PSG ha llegado a un punto insostenible. El altercado con su compañera Baltimore es el último de los muchos problemas que ha habido en un equipo fragmentado. La futbolista francesa, apartada del grupo, no viajó el domingo a Lyon para jugar la ida de las semifinales de la Champions y se espera que a principios de esta semana se cite con el club para dar explicaciones de todo lo que ocurrió en el entrenamiento.
A Hamraoui le queda un año más de contrato, pero la intención es llegar a un entendimiento este verano para que salga del PSG. Desde que sufrió aquella agresión a manos de dos encapuchados en noviembre, aún a falta de resolución judicial, todo ha ido de mal en peor en un vestuario en el que le han crecido las enemistades. Primero con Diallo, a la que acusaron en un primer momento de instigadora del asalto, y después con Diani, Katoto y Baltimore.
El club quiere escucharla y conocer de primera mano las razones por las que la futbolista, como dijo su propia abogada, se siente acosada y ninguneada. Ulrich Ramé, director general de la sección femenina, tiene que gestionar este complicado asunto en un momento de la temporada en el que el PSG se juega alcanzar la final de la Champions. Ahora mismo Hamraoui tiene muchos números de no volver a jugar con la camiseta del PSG.