James Harden llamó “mentiroso” al presidente de operaciones de baloncesto de los Philadelphia 76ers, Daryl Morey, porque este le prometió que le traspasaría “rápido”. Esta ha sido la justificación de la estrella ante los investigadores de la NBA que buscan una posible brecha normativa en las negociaciones de contrato entre el jugador y la franquicia.
La Barba decidió este verano aceptar su opción de contrato para renovar por una temporada y 35,6 millones de dólares y de inmediato pidió el traspaso al ejecutivo debido a una falta de entendimiento que venía del curso pasado. El 14 de agosto, en China, Harden dejó muy claro en público su deseo de no volver a jugar para Philadelphia.
A finales de la semana pasada, el jugador subrayó que su relación con Morey está más allá de una posible reparación, y la liga decidió tomar cartas en el asunto al volver a la actualidad la reducción salarial expresa que aceptó Harden para permitir que la franquicia tuviera espacio para fichar a dos veteranos el curso pasado.
La NBA ya sancionó con la eliminación de dos segundas rondas del Draft futuras al equipo, pero ahora vuelve a la carga para asegurarse de que no hay nada más por descubrir.
Habla el dueño de los 76ers: “Me gustaría convencerle”
En medio del enfrentamiento con Morey, el propietario de los Sixers salió a la palestra para intentar engatusar a Harden. Josh Harris, que también es el dueño de los Washington Commanders en la NFL, aseguró que están “trabajando duro” durante un partido de pretemporada de la liga de fútbol americano.
“Respeto a James. Quiero, obviamente, acomodar sus deseos. Al mismo tiempo, debo pensar en un equipo con capacidad para competir por el campeonato, qué podemos recibir a cambio. Me gustaría convencerle para que se quedara. Entiendo lo que quiere hacer ahora mismo. Voy a seguir trabajando para resolverlo de una manera que todo el mundo pueda vivir con ello y sea positivo para todos, sea cual sea la resolución”, comentó a la prensa.