Harrison Barnes, pieza clave del resurgir de los Sacramento Kings, ha acordado un nuevo contrato de tres años y 54 millones de dólares con la franquicia californiana. El alero de 31 años, uno de los jugadores más veteranos y experimentados de la plantilla, asegura así el mantenimiento del núcleo duro de un equipo que el curso pasado cortó una mala racha de 16 temporadas sin pisar los playoffs.
El acuerdo mantiene a Barnes fuera de la agencia libre sin restricciones. El jugador promedió 15 puntos durante la gran temporada de los Kings hacia los playoffs de la Conferencia Oeste, con un 55% de acierto en tiros de dos puntos, el segundo porcentaje más alto de su carrera. Barnes fue uno de los tres jugadores que no se perdieron ninguno de los 82 partidos de la temporada regular el año pasado, junto con Mikal Bridges de los Brooklyn Nets y Nikola Vucevic de los Chicago Bulls.
Barnes ganó el título de la NBA en 2015 como miembro de los Golden State Warriors y ha promediado 15,4 puntos desde su llegada a Sacramento en la fecha límite del mercado de traspasos de febrero de 2019. Durante su trayectoria profesional promedia 14,2 puntos, 5 rebotes y 1,8 asistencias por partido en 12 temporadas, con un acierto desde el perímetro del 37,8%. Además de debutar con los Warriors como número 7 del Draft de 2012, Barnes pasó dos cursos y medio como miembro de los Dallas Mavericks antes de recalar de nuevo en California.