Hasta que el balón rueda

El buen rollo, como hace ya algunos años atrás en otra eliminatoria de Copa, entre Alcoyano y Athletic duró lo que tardó en empezar a rodar el balón. No es que a partir de ahí fuese malo, qué va; sino que cada cual se dedicó a hacer su trabajo. Y los locales estaban prestos y dispuestos a cargarse al tercer equipo de Primera en este torneo del KO. Lo lógico, lo normal.

La presencia del club bilbaíno no pasó desapercibida en la localidad alicantina. Despertó más expectación incluso que la del Real Madrid una semana antes. El club local, de hecho, vendió más tickets de esos llamadas ‘fila cero’ que ante los blancos pese a tratarse de un partido a puerta cerrada.

El Alcoyano, inmerso en la crisis generada por el coronavirus, puso a la venta esas entradas simbólicas de este duelo copero al precio de 10 euros. No servían para entrar al campo, sino para guardarla como recuerdo. Unas entradas en cuyo reverso podía leerse, con las firmas correspondientes, la siguiente dedicatoria: “Con todo el afecto a la afición del Club Deportivo Alcoyano y los simpatizantes del Athletic Club: Raúl García, Iñigo Martínez, Muniain, Williams, Unai Simón, De Marcos, Ibai y Yeray”.

La vez anterior que a la entidad bilbaína le tocó visitar este escenario también hubo un detallazo por parte de los entonces responsables del Athletic. Al Alcoyano le habían robado de sus oficinas, situadas en el mismo estadio de El Collao, parte del dinero recaudado en la venta de su lotería navideña. El club bilbaíno asumió esa pérdida en forma de ayuda económica a la entidad alicantina. El detalle, por cierto, fue dado a conocer públicamente por el propio Alcoyano.

Cada cual a lo suyo

Aquella vez, al igual que ayer, el buen rollo duró hasta que el árbitro pitó el saque inicial. A partir de ahí cada uno utilizó sus armas en busca de conseguir una victoria que le catapultase a los cuartos de final de Copa. Hubo entradas duras, choques, contactos. Lo lógico y normal tratándose de un partido de fútbol sobre un campo botón y con mucho en juego.

Lo del Athletic de Marcelino es para empezar a creer en brujas. De las buenas, eso sí. Quinta victoria consecutiva, cuarta vía remontada, con Muniain volviendo a dar un pase de gol a balón parado y hasta Williams marcando de cabeza. Los leones han cogido la ola buena desde el cambio de entrenador. Lo complicado ahora es mantenerse arriba.


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