Tradicionalmente Honda ha tenido que tener mucho cuidado en los tests en el circuito de Sepang porque varias veces este trazado los ha invitado a errar en el desarrollo de su moto de ahí que vayan con pies de plomo estos tres días de test con los que se inaugura el año 2023. Marc Márquez ha tenido cuatro motos en el box, la que acabó 2022, dos versiones de 2023 y otra versión experimental, de carácter distinto que le deja pilotar de otra manera, pero con la que no ha mejorado los tiempos, ni se ha acercado a las Ducati a las que solo Aprilia ha podido contestar la hegemonía. “Hay que seguir trabajando porque estamos lejos de los top”, ha sentenciado Marc a los micrófonos de Dorna y deja para el último día de test en Portimao la evaluación.
“La evaluación de la moto la haré el último día de pretemporada, pero tenemos que trabajar porque estamos lejos de los pilotos más rápidos. Siempre quieres más y más. Pero Honda ya me dijo que iríamos paso a paso. No encontraremos medio segundo de una moto a la otra”, precisó el piloto Repsol Honda.
A la hora de relatar la jornada el mayor de los Márquez ha explicado que “he trabajado básicamente con tres motos, todas de este año, porque la que estaba decorada de Repsol era del año pasado, y solo la he usado al principio. Varias motos pero bastante similares. Empezamos con la base de Valencia y después empezamos a probar cosas y conceptos”.
“Sobre la nueva moto, el concepto, las sensaciones son iguales a las de Valencia. Veremos si en Portugal (test de Portimao 11 y 12 de marzo) llegan cosas. Hay que trabajar, a ver si décima a décima nos acercamos a los más rápidos”, ha comentado.
Preguntado por cómo se ha encontrado físicamente ha sido probablemente lo más positivo de la jornada: “Lo más positivo de hoy es mi estado físico. No noto ninguna limitación, y en eso trabajé durante todo el invierno”.