Jugó cinco partidos en el Athletic. ¿Le queda un poco sinsabor de no haber jugado más?
Fue un año muy bonito porque jugamos la final de Copa ante el Barça. Estuve muy a gusto. Está claro que jugar cinco partidos y 60 minutos en un año se hace duro porque siempre quieres aportar algo más, pero ha sido en el equipo de mayor prestigio y donde mejor podía estar. Estoy contento y agradecido al Athletic.
Aduriz estuvo en el Nuevo Vivero viendo la final.
Sí, y en la semifinal estuvo Igor Gabilondo. Con Aduriz coincidí en el Aurrera de Vitoria. He jugado contra él y tenemos una amistad muy buena. Estoy muy contento de que Adu viniera a vernos y al final pudiera disfrutar del ascenso.
Usted ha sido delantero y ahora es entrenador. ¿Qué hay que hacer para que salga un jugador como Aduriz que meta muchos goles por temporada?
No es un tema que haya o no haya delanteros, sino que la exigencia del fútbol es el gol. Encontrar un Aduriz, Llorente, Joseba Etxeberria o Urzaiz de la noche a la mañana es complicado. Creo que hay que tener paciencia con Villalibre, solo por su entrega y pundonor y porque cuando ha jugado lo ha hecho bien. En el filial también habrá delanteros con los que habrá que tener paciencia y formarlos. Pero en el fútbol todo es a corto plazo. Ahora hay muy pocos delanteros euskaldunes en Primera. El Athletic lo tiene más complicado que otros equipos.
¿Williams puede marcar muchos goles?
Sí, sin duda. Iñaki es un jugador muy bueno, pero no se le puede comparar con otros delanteros. Es un jugador rápido, que va al espacio y también puede meter goles como lo ha demostrado. Lo que pasa es que es un jugador diferente a Aduriz, Urzaiz o Llorente. No tiene esas características. Es joven, lo está haciendo bien y seguro que lo hará mejor.
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