“Le estamos pisando la cola al tigre, y cuando eso sucede, hay reacciones”, expresó el subsecretario de Derechos Humanos, Población y Migración.
Para Alejandro Encinas, hay quienes buscan entorpecer las investigaciones del caso Ayotzinapa, desacreditando y difundiendo información, poniendo sobre aviso a las personas que se está investigando.
Además, señaló el subsecretario de Derechos Humanos, Población y Migración, esto pone en riesgo la vida de los que están colaborando y genera duda e incertidumbre.
“Le estamos pisando la cola al tigre y cuando eso sucede, hay reacciones”, expresó en conferencia matutina. También afirmó que la divulgación de datos sobre la indagatoria de Iguala no detendrá los trabajos que se llevan a cabo.
Encinas indicó que en este momento hay un seguimiento muy puntual a tres pasos: romper el pacto de silencio, la judicialización de todo el proceso y la continua labor de búsqueda de los 43 normalistas.
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Refirió que ya se ha realizado todo el acopio de información, no solo de autoridades locales, sino de testigos o gente que fue partícipe de esos hechos.
“La unidad especializada que se ha integrado en la Fiscalía General de la República, encabezada por Omar Gómez Trejo, está haciendo un trabajo muy serio, diligente y profesional”, apuntó.
“Podrá haber infiltraciones, periodicazos, pero nosotros vamos a seguir haciendo nuestro trabajo, apoyando a la FGR, contando con la colaboración del GIEI, el seguimiento que hace la Oficina de la Alta Comisionada de Naciones Unidas en materia de derechos humanos, pero particularmente en atención al compromiso que el presidente ha establecido con las madres y los padres para conocer la verdad y hacer justicia”.
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El pasado 20 de enero, el periódico Reforma publicó que los 43 normalistas de Ayotzinapa fueron detenidos junto con una treintena de personas más en una operación conjunta de militares, policías y sicarios. Esto con base en la declaración a la que tuvo acceso de un testigo protegido a la Fiscalía General de la República (FGR), el cual fue identificado como “Juan”, presunto líder de Guede Guerreros Unidos, el cártel responsable de la desaparición de los estudiantes.
Según lo dicho por “Juan”, un grupo fue interrogado en el 27 Batallón de Infantería en Iguala y luego entregado a los narcos para su desaparición. Algunos de los interrogados fueron entregados muertos, detalla el diario.
Un día después, también Reforma dio a conocer los supuestos pagos mensuales de 200 mil dólares (3.9 millones de pesos) que supuestamente recibió el secretario de Seguridad Ciudadana, Omar García Harfuch, del cártel Guerreros Unidos.
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De acuerdo con el medio de comunicación, “Juan”, un testigo clave en las investigaciones sobre la desaparición de los 43 normalistas de Ayotzinapa, declaró ante la Fiscalía General de la República (FGR) que García Harfuch era parte de la banda delictiva cuando fungía como coordinador de Seguridad Regional de la Policía Federal (PF) en Guerrero, durante el 2014.
“El Jefe de la Policía Federal en Guerrero, brindaba información sobre posibles operativos y facilitaba el trasiego de heroína, dinero y armas, los de Taxco y los de Guerrero, el único que supuestamente no estaba de acuerdo era el señor Dorantes”, aseguró el declarante, cuya identidad está reservada.