Dormir a pierna suelta en verano es una tarea muy complicada por las altas temperaturas. Sin embargo, todos sabemos lo importante que es el descanso para tener una buena salud a nivel tanto físico como mental, así que debemos recurrir a diferentes técnicas para conseguir un sueño reparador. Por suerte, existe un método que funciona a las mil maravillas cuando no tenemos aire acondicionado ni ventilador.
El mejor truco para dormir en verano
Lo primero y más importante es tratar de mantener la habitación lo más fresca posible, para lo cual debemos hacer varias cosas a lo largo del día. Nada más levantarnos, ventilamos el dormitorio para que se renueve durante 10 o 15 minutos. Luego, bajamos las persianas y cerramos las ventanas para que no entre el calor. Y, finalmente, por la noche dejamos la ventana abierta para evitar la humedad generada por el sudor.
A la hora de irnos a dormir, siempre debemos escoger ropa fresca, a ser posible confeccionada con fibras naturales como el lino o el algodón. Este tipo de fibras pueden absorber hasta una quinta parte de su peso en agua antes de tener sensación de humedad. Además, protegen del calor y ofrecen la máxima comodidad.
Una de las mejores formas de conciliar el sueño en verano es darnos una ducha de agua templada justo antes de irnos a la cama. Ojo, no agua fría, sino templada. Esta temperatura es ideal para que nuestro cuerpo se caliente un poco y facilita que, al entrar en la habitación, donde la temperatura es más baja que la de nuestro cuerpo, la temperatura corporal baje lo suficiente como para permitirnos conciliar el sueño.
Este es el truco que recomiendan muchos expertos para dormir a pierna suelta en verano: congelar las sábanas. Las congelamos durante un par de hora y las sacamos un poco antes de acostarnos para que se atemperen. ¡Así de fácil! De esta manera, cuando vayamos a acostarnos, la cama estará fresca.
Para finalizar, hay algunos consejos básicos que deberíamos poner en práctica, como levantarnos y acostarnos todos los días a la misma hora, incluido el fin de semana. Por las noches, debemos cenar ligero y desconectar los dispositivos electrónicos una hora antes de dormir.
En cuanto a las siestas, aunque es cierto que son nuestras grandes aliadas para combatir las altas temperaturas de la tarde no deberían superar la media hora para no dificultar el sueño nocturno.
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