Hazard, la pieza que le faltó a Zidane en el Camp Nou


El Real Madrid se fue del Camp Nou con la sensación de haber completado una buena faena pero con el debe de desperdiciar otra oportunidad para batir a su eterno rival con un empate sin goles que supo a poco vistos los méritos de unos y otros.



El conjunto de Zidane, valiente, ordenado y solidario, desplegó en el feudo azulgrana un plan ambicioso basado en una presión alta que puso en muchas dificultades al Barcelona, superado y sin rumbo durante muchas fases del choque, especialmente en la primera mitad.

La claridad de ideas del Madrid, tanto sin balón como con él, contrastó con la ausencia de ideas de un Barça fiado a la inspiración de Messi en ataque y a la resistencia de Piqué y Lenglet en defensa. Con la consabida baja por lesión de Eden Hazard, Zidane optó por dar carrete en el once titular a dos jugadores que hasta hace escasos meses parecían tener un pie fuera de Valdebebas: Isco y Bale. El malagueño volvió a mostrar que está para ser titular mientras Hazard no esté listo y el galés, de menos a más, fue el argumento ofensivo más destacado del Madrid cuando Benzema se quedó sin fuelle en el segundo tiempo.

La ausencia del belga explicó en buena medida la falta de mordiente del Madrid en el último tercio de campo, especialmente en el área de Ter Stegen. Más allá de la falta de gol endémica de los blancos, el conjunto de Zidane echó mucho de menos en el Camp Nou el desborde, el desequilibrio y el poder de intimidación de Eden Hazard.

En total, el Real Madrid remató 17 veces en el Camp Nou (solo 4 a portería, todas ellas en el primer tiempo), de las cuales 9 fueron desde dentro del área y 8 desde la larga distancia, lo que da buena cuenta de las dificultades que tuvo el equipo para internarse con peligro en el área azulgrana. Los jugadores que más veces remataron fueron Casemiro y Valverde (dos cada uno), dos futbolistas que, en teoría, no pisan mucho las zonas ofensivas.

Un Madrid sin regate

Además, en lo que se refiere a regates, los blancos solo completaron 13, siendo el lateral zurdo Mendy el que tuvo más éxito con 4. Le siguió Isco con 3 y Benzema y Bale sumaron uno cada uno. El carrilero francés fue una amenaza estéril en la banda izquierda porque su persistencia no vino acompañada por la precisión en los centros.

El cuadro blanco, y sobre todo Benzema, echó de menos la verticalidad y el desequilibrio de Hazard para poder pisar con más frecuencia y peligro el área de Ter Stegen. Su capacidad para atraer rivales hubiese liberado a sus compañeros para llegar a zonas de remate y poner en más aprietos a un Barça sólido en defensa.

Al Madrid de Zidane le faltó en el Camp Nou y una de las piezas más esenciales de su tablero.


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