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“He vuelto a sentirme futbolista”


Después de toda una vida como txuri urdin, Carlos Martínez probó fortuna en Oviedo tras de superar una grave lesión en su cadera. No ha superado los 1.000 minutos en toda la temporada, pero poder vestirse de corto ya es una buena noticia para él.

¿Cómo ha ido la temporada?

Ha sido una experiencia nueva y diferente. A nivel personal podía haber ido mejor, pero estoy satisfecho porque he encontrado lo que buscaba. Cuando salí de la Real tenía muchas dudas sobre qué quería hacer en mi futuro, si seguir o no, porque el último año había sido muy complicado, con muchas lesiones. Me animé a probar y estoy contento porque me he vuelto a sentir futbolista. Tenía mono de entrenar todos los días, jugar el fin de semana, y al fin lo he podido hacer.

¿Cómo ha sido vestir otra camiseta después de tantos años?

Ha sido complicado por cambiar todas las rutinas, el ir a Zubieta todos los días, los domingos a Anoeta, estar con los compañeros… todo cambia y no es fácil. Cambia mucho la repercusión que tienes, el trato con los medios ha sido diferente aunque me he adaptado bien y la familia también ha estado a gusto. Mi idea es probar nuevas aventuras, a ver qué sale durante el verano.

Se quedó cerca el Oviedo de disputar los playoffs de ascenso…

Sí, una pena. Hemos estado toda la temporada en los puestos de arriba y al final no pudo ser. Tuvimos un tramo en abril con tres partidos en casa, empatamos los tres y se nos puso complicado. Llegamos a la última jornada con opciones, pero ya era muy complicado.

Firmó un año más uno, pero deja el Oviedo.

Sí, firmé por un año y para el segundo tenía que jugar un mínimo de partidos y no he llegado al objetivo. Acabo en Oviedo y ahora me toca buscar nuevas opciones. No sé si será aquí o en España o fuera, no me importaría salir. Ha sido un año de aprendizaje para mí y mi familia.

¿Tiene ya ofertas?

Terminamos la liga este fin de semana no, el anterior, y ahora mismo estoy de vacaciones descansando con los míos. Son pocos días todavía, toca desconectar y lo dejo en manos de mis representantes. Cuando haya una oferta firme encima de la mesa ya me llamarán.

¿Cómo ha respondido el cuerpo?

Bueno, en ese aspecto ha sido un año bueno, aunque no pude jugar el primer partido hasta noviembre. Tuve una rotura en el abductor que me mantuvo fuera un mes y medio pero no me he lesionado más. En 2019 solo he dejado de entrenar dos semanas y me he encontrado cómodo. Hubo cambio de entrenador y salí del once cuando mejor me encontraba. Una pena, porque hubiese acabado la temporada jugando porque me encontraba bien. La gente que no íbamos a seguir dejamos de jugar.

¿Dónde se ve en el futuro?

Pues no lo sé, pero con 33 años espero que todavía haya Carlos Martínez para rato. He vuelto a disfrutar, a ir a entrenar todos los días con alegría y una sonrisa. El cuerpo ya se va quejando, pero por ahora está ‘on’ para dar guerra. No pierdo la ilusión de jugar.

¿Le tiran los banquillos?

(Risas) Siempre tiran, al final son muchos años ligados al fútbol. De primer entrenador no me veo, pero quien sabe si de segundo o de ayudante.

¿Cómo ha visto a la Real desde la distancia?

Un año complicado, irregular con muchas subidas y bajadas. Aun y todo el equipo llegó con opciones a la última jornada para ir a Europa. No calificaría el año como malo, sino difícil. El cambio de entrenador en navidades y las lesiones han influido y la plantilla ha respondido hasta el final.

Van quedando pocos viejos roqueros.

Después de 12 años es normal que vayamos cayendo los que estuvimos al pie del cañón, solo queda Zuru como abanderado. Ahora llegan cuatro fichajes de nivel, más los chavales que suben del Sanse, el año apunta bonito.

¿Qué objetivo tendría que ponerse la Real?

Con la plantilla que tiene la Real, el objetivo tiene que ser año tras año entrar en Europa, siendo conscientes de la dificultad que hay. Este año en Anoeta, con el campo ya cerrado por completo, tiene que ser una caldera


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