Tres partidos después, el centrocampista mexicano Héctor Herrera volvió a tener minutos este martes con el
Atlético de Madrid
contra el Celta de Vigo (1-1), una muestra de la alta competencia en el centro del campo del conjunto español que ha pasado factura al ‘Zorro’.
Ausente ante el Alavés, el Barcelona y el Mallorca, Herrera saltó al césped en el minuto 68 del duelo contra el Celta en lugar del ghanés Thomas Partey para disputar la última media hora del duelo, en la que recibió una tarjeta amarilla y se ubicó en el eje del centro del campo de un Atlético que intentaba quebrar la igualada del marcador, sin éxito.
El futbolista de Tijuana no había sufrido una secuencia de tantos encuentros sin participación por decisión técnica desde el mes de septiembre, cuando encadenó tres duelos en blanco entre LaLiga (Mallorca, Real Madrid) y la Liga de Campeones (Bayer Leverkusen).
Desde entonces, solo se había perdido una cantidad así de encuentros por lesión, la tendinopatía en el aductor izquierdo que sufrió en enero y le dejó fuera de seis choques (Real Madrid, Granada, Valencia, Liverpool, Villarreal y Espanyol), mientras que a continuación no jugó por decisión técnica ante el Sevilla y la vuelta en Liverpool, el último duelo antes de la pandemia.
Nada que ver con la situación del ‘Zorro’ desde el regreso de la competición tras la pandemia de la COVID-19, cuando había participado en los cuatro duelos iniciales del conjunto madrileño, dos como titular (Osasuna, donde dio una asistencia y Valladolid) y otros tantos ingresando en la segunda parte (Athletic y Levante).
Pese a la buena dinámica en esos encuentros, en los que los rojiblancos lograron tres victorias y un empate, Herrera no volvió a aparecer en los tres siguientes, ni en las alineaciones ni en las sustituciones de refresco.
Su entrenador, el argentino Diego Pablo Simeone, explicó el lunes antes del duelo contra el Celta que el centro del campo es uno de los lugares “donde más difícil es rotar”, porque en esa zona prima “la estabilidad y el ritmo de juego” sobre “los sprints o el tema físico”, más importantes en posiciones de banda o delantera.
“No estamos en las primeras tres jornadas, entramos en las últimas cuatro, donde como decía en días anteriores las rotaciones van a ser menores, ya que la estabilidad de los futbolistas ya toma la normalidad de como solemos jugar, por más que tengamos cinco cambios”, detalló el ‘Cholo’ sobre la situación de Herrera.
Por más que las rotaciones le hayan ido bien a Simeone, hasta el punto de que el Atlético de Madrid es uno de los equipos que más ha mejorado en la reanudación de LaLiga tras la pandemia, en la que ha sumado 18 de 24 puntos posibles y se ha prácticamente asegurado el pase a la Liga de Campeones, la búsqueda de estabilidad del técnico en el mediocampo juega en contra de Herrera.
VÍCTIMA COLATERAL
Al mismo tiempo, el centrocampista mexicano ha sido víctima colateral del buen rendimiento de compañeros como Marcos
Llorente, que con sus goles y asistencias ha adelantado su posición del mediocampo a la delantera o el interior derecho, o del belga Yannick Carrasco, otro de los más acertados del reinicio rojiblanco como extremo izquierdo.
Sus posiciones en las bandas reducen el sitio para los centrocampistas, como Koke Resurrección, Saúl Ñíguez o Thomas, que suelen ser indiscutibles para Simeone salvo lesión o sanción, y estrecha el espacio para las posibles participaciones de Herrera.
“El equipo está muy bien, se ha hecho un trabajo excelente en la cuarentena y se ha notado porque el equipo ha regresado fuerte, con un estado físico muy bueno”, valoró el mexicano tras el duelo contra el Celta.
Aún así, el ‘Zorro’ se mostró dispuesto a dar la batalla: “Lo más importante en un equipo, que los que estén afuera estén siempre preparados para entrar y no se noten los cambios, sino que se mejore”, valoró el internacional azteca.
En ese reto, el de sobreponerse a la competencia y mejorar las prestaciones del centro del campo rojiblanco está Herrera, que cuenta con otras tres jornadas de LaLiga por delante para convencer a Simeone, de cara al último desafío del club rojiblanco: la final a ocho de la Liga de Campeones que se disputará entre el 12 y el 23 de agosto en Lisboa (Portugal).
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