Historia de la paella

La paella es un producto de lo más español. Seguro que alguna vez te has preguntado quién invento este rico plato de nuestra gastronomía. A esto vamos a intentar responder en las líneas siguientes, así que si te genera curiosidad, lo mejor es que te quedes con nosotros y descubras la historia de la paella ¿no?

Los alimentos, una pasión mundial

Uno de las mayores pasiones para el ser humano es la comida. En ocasiones, aunque tenemos nuestra famosa dieta mediterránea, que se considera una de las más equilibradas, al consumir 19 litros de aceite –el 61% de oliva–, 46 kilos de pan, 57 de carne y 26 de pescado por persona y año. Lo que no solemos hacer es preguntarnos realmente por el origen de las cosas que comemos.

Todos los alimentos, según un informe redactado por el Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación, tienen algo interesante que contar sobre su pasado. No se escapa ningún alimento, desde los más tradicionales, también llamados de consumo diario hasta los famosos platos de comida rápida.

Nuestra paella

Y llegamos a la paella, el plato valenciano sin discusión, del que no contamos con datos anteriores al siglo XVIII, aunque lo curioso es que en aquel tiempo la olla solía quitar todo el protagonismo a la sartén. El último recipiente se denomina paella en valenciana, por lo que el plato termina adquiriendo el nombre del utensilio en el que se cocina.

Realmente, los valencianos lo llaman «caldero» y acostumbran a decir que la «paellera» es un castellanismo que es totalmente ajeno a esta comida. Aunque actualmente este plato cuenta con muchas variantes, los elementos básicos desde el principio fueron tres, el aceite, arroz y la paella, donde la sartén es una herramienta fundamental que hace posible la evaporación homogénea del agua.

Debido a su origen rural, los campesinos, que fueron los que la inventaron, acostumbraban a añadir al arroz las verduras que solían cosechar en sus huertos. Después se añadieron carnes de los animales que se criaban en los corrales, caso de los conejos y gallinas. A orillas de la Albufera, le añadieron marisco.


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