“Honda cambió el ADN de sus motos en 2022"

“Honda cambió el ADN de sus motos en 2022"

Takaaki Nakagami (Chiba, Japón, 9-2-1992) fue testigo presencial de la desafortunada caída de Marc Márquez en el ‘warmup’ de Alemania ya que rodaba tras él. Hizo aquel domingo unas declaraciones que proviniendo de un piloto japonés, siempre muy comedidos en sus manifestaciones, resultaron especialmente llamativas. “Marc no hizo nada mal, perdió el ápice de la curva, simplemente perdió el tren trasero”, descripción que completó con una contundente expresión en inglés: “He suffered a massive high side”, que traducido viene a decir que fue violentamente despedido por los aires.

“Yo estaba pilotando la misma moto y en un par de ocasiones había tenido la sensación de que me iba a pasar eso mismo; estuvo muy cerca. Y no sólo en la curva 7, en la 5, 6, 8, también en la 10, 11. El tren delantero de nuestra moto se cierra constantemente, atrás es muy inestable, la moto se mueve y se agita, y así es muy difícil. Entrando en curva el tren delantero no genera adherencia, con lo que resulta fácil salir despedido. Y en cuanto tocas el gas detrás tampoco hay grip y la rueda trasera comienza a girar en vacío”.

“No sé si es un problema mecánico o electrónico, pero es muy difícil de gestionar. Lo sé, la única salida es seguir trabajando pero ¡las limitaciones de nuestra moto están ahí! Puedes plantearte cerrar los ojos y hacer un vuelta a lo que venga, pero no puedes ir así una carrera entera. En el momento que sobrepasas ese límite, acabas en la escapatoria”, fue su contundente declaración.

Una semana después, en Assen, nos sentamos con Takaaki Nakagami para intentar entender cómo se vive la crisis por la que está atravesando Honda desde una mentalidad japonesa.

Seis años lleva en MotoGP, siempre de la mano de HRC corriendo en el Team LCR. ¿Cómo ve la actual situación en Honda?

Hasta ahora ha sido una temporada muy dura; muchas caídas, algunos pilotos se han hecho daño… Los resultados… Sólo dos carreras entre los diez primeros… Sí, es un momento muy difícil.

Lo que me llama la atención, es que nadie en Honda viese llegar el tsunami que se los ha llevado por delante. ¿No vio señales de que podría suceder lo que está sucediendo?

A partir de 2022 empezamos a… (se para a pensar bien lo que va a decir) sufrir algunos fines de semana. No en todas las carreras. Como piloto creo que no es una situación que se ha creado en 2023 sino algo que viene arrastrándose de 2022 (Ndr.: 2022 es la temporada en la que HRC introduce un concepto de moto que rompe con todo lo anterior).

“La Honda 2021 no estaba al límite del desarrollo, era bastante buena”

¿Estaba la moto 2021 al límite de su desarrollo?

No, no. la moto 2021 era bastante buena. En algunas carreras era realmente competitiva. La moto de 2022 supuso un cambió el concepto total.

¿Qué había cambiado en la moto?

Las sensaciones. Yo comencé en MotoGP en 2018 y cada año cambiaban la moto, traían una moto nueva. Pero el concepto general se mantenía, sólo cambiaba el carácter del motor. El motor llegaba con más par, con la potencia puesta en un lugar diferente… El chasis, el tacto del tren delantero y trasero en cambio se mantenían. La moto 2022 pasó a ser completamente diferente a todos los niveles… El chasis, la geometría, el tacto del tren delantero… Esa moto perdió completamente el ADN de Honda, lo que me obligó a cambiar el estilo de pilotaje que había desarrollado durante cinco temporadas.

“La moto 2022 era tan diferente que tuve que reciclarme después de haber estado pilotando de una manera determinada desde que llegué a MotoGP”

¿Tuvo que volver a aprender a pilotar su moto?

Sí, honestamente sí. La moto 2022 era tan diferente que tuve que reciclarme después de haber estado pilotando de una manera determinada desde que llegué a MotoGP. En 2018 y después en 2019, 2020 y 2021 el carácter de la moto había sido uno, pero de repente cambió todo: el grip trasero, las sensaciones del tren delantero… todo pasó a ser diferente. Recuerdo que fue una gran sorpresa. La probé por primera vez en Jerez después del último GP de 2021. Ya en la primera vuelta fue…”oh, esto es una moto totalmente diferente”. La primera impresión no fue negativa, es más, confieso que me gustó que la moto fuese diferente a lo que habíamos pilotado hasta entonces. Pero cuando comenzamos la temporada ‘22.

El mayor problema es que no pudimos recurrir a toda la experiencia que teníamos acumulada durante años. Antes, cuando durante el fin de semana nos perdíamos en la puesta a punto de la moto, recurríamos a los datos que teníamos acumulados y estos nos servían para volver a la senda buena, pero en 2022 esto fue imposible. Teníamos que encontrar la solución por nosotros mismos ese mismo fin de semana. Fue difícil”.

Una situación que llevó al ingeniero responsable del proyecto MotoGP a dar vía libre a cada piloto para desarrollar su moto independientemente, lo que fue una vía rápida a la confusión total.

Sí, los cuatro pilotos teníamos chasis diferentes y seguíamos strategias de desarrollo diferentes. Cada jefe de mecánicos aplicó ideas diferentes. No podíamos copiar, no podíamos compartir los datos, ni siquiera ideas porque cada uno de los cuatro tenía la suya.




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