Washington.- “Xiomara, súmate a la lucha”, reclamaban este lunes decenas de hondureños, gritando a pleno pulmón por las calles de Washington para pedir un nuevo Estatus de Protección Temporal (TPS) para los afectados por los huracanes Eta e Iota.
Su principal reivindicación: que el Gobierno de Xiomara Castro, que tomó posesión como la primera presidenta mujer de Honduras a comienzos de este año, busque un mayor acercamiento con Estados Unidos e interceda por los cientos de migrantes hondureños en el país.
“No entendemos por qué se negó la presidenta Castro a viajar a la Cumbre de las Américas dejando en el abandono a esta comunidad migrante para acuerpar a países que no son democráticos como son Cuba, Nicaragua y Venezuela”, aseguró el presidente de la Fundación 15 de septiembre, Juan Flores.
Flores reivindicó las contribuciones que realizan los hondureños que viven en Estados Unidos -cerca de $8,000 millones en envíos de remesas anualmente-, y pidió a Castro que insista en la petición del TPS que realizó, en diciembre de 2020, el anterior Gobierno.
La decepción con Castro era patente. Reina Arguijo, una hondureña que lleva 30 años viviendo en Estados Unidos, explicó que votó por la actual presidenta porque pensaba que las cosas cambiarían y habría un mayor acercamiento a EEUU.
Arguijo lamentó que, sin embargo, Castro ni siquiera haya viajado al país para reunirse con el presidente, Joe Biden.
El grupo, convocado por la Fundación que preside Flores, juntaba a migrantes hondureños de todos los rincones de EEUU, desde Texas a Nueva York. Algunos empujaban carritos de bebé, otros ya peinaban canas.
Junto a la Fundación 15 de septiembre, que lleva años ofreciendo asistencia a los hondureños que emigran a Estados Unidos, se manifestaron varios representantes del grupo étnico de los misquitos, uno de los pueblos nativos de Honduras.
“El Gobierno de Honduras, durante décadas, nos ha abandonado”, explicó una representante del grupo, Beginia Mackpal.
Según la mujer, el maltrato que sufren sus integrantes por parte de las autoridades es la principal razón por la que muchos de ellos acaban por emigrar a Estados Unidos.
La marcha ha comenzado frente a la sede de la Organización de Estados Americanos (OEA), donde Flores ha pedido al secretario general, Luis Almagro, que se involucre en la lucha de los hondureños por conseguir un nuevo TPS.
Después, ocupando un carril de la carretera que lleva a la Casa Blanca, y escoltados por la policía, los manifestantes han marchado cantando eslóganes hacia la residencia oficial del presidente estadounidense, ante la que han rezado y pedido a Biden que otorgue el TPS por medio de una orden ejecutiva.
El TPS es un programa bajo el cual el Gobierno de EEUU otorga, y ha de renovar periódicamente, el permiso para la estancia y el trabajo de ciudadanos de países afectados por desastres naturales o la violencia.
Según el Immigration Forum hay ya más de 400,000 personas de una docena de países amparados por el TPS, con 251,560 de El Salvador, 80,700 de Honduras y 56,500 de Haití.
Honduras recibió un primer TPS en enero de 1999 por el huracán Mitch, que asoló Centroamérica un año antes. Este TPS fue extendido periódicamente hasta 2017, año en que el entonces presidente, Donald Trump, lo canceló.
En septiembre pasado el Departamento de Seguridad Nacional anunció la extensión automática de las designaciones de TPS para El Salvador, Haití, Honduras, Nepal, Nicaragua y Sudán hasta el 31 de diciembre de 2022.
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