Tras la campaña de protestas iniciadas contra él por las aficiones de varios equipos alemanes, Dietmar Hopp, presidente y propietario del Hoffenheim, respondió este lunes a quienes le atacan. “Si sólo supiera, aunque fuera lejanamente, qué quieren estos idiotas de mí…”, declaró Hopp al canal Sport1. Las aficiones de Bayern, Dortmund, Schalke, Union Berlín, Colonia y Borussia Mönchengladbach
expresaron su rechazo al hecho inusual de que Hopp posea el 96 por ciento de un club, cuando las normas de la Federación de Fútbol de Alemania dictan que el 51 por ciento debe ser para los socios.
Hopp afirma que no concibe el odio que despierta entre los hinchas de diversos equipos, que le han dedicado pancartas ofensivas en los estadios este pasado fin de semana y subraya que desde 1995 ha gastado casi 800 millones de euros en proyectos relacionados con el deporte, la medicina (ha puesto en marcha un instituto clínico especializado en cardiología que entrará en funcionamiento este año), temas sociales y educativos.
Los aficionados del Bayern de basket defendieron a Hopp
Hopp también tiene quien le defienda, como en el partido de basket del domingo del Bayern (triunfo muniqués por 79-58 contra el Oldenburg), en el que los aficionados expusieron una pancarta criticado a los ultras de la Schickeria por sus ofensas al dueño del Hoffenfeim. Muchos sectores de la sociedad alemana están haciendo frente común contra el odio.
El Schalke dijo en un comunicado que, en caso de pancartas que entren en ofensas personales (no sólo contra Hopp) “el equipo abandonará el campo independientemente del minuto de juego, del resultado o de las consecuencias de nuestra acción”.
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