El Athletic llora la muerte de Txetxu Rojo. Todo el entorno rojiblanco se ha volcado en destacar sus virtudes como futbolista y persona. El bilbaíno, fallecido a los 75 años, deja una huella imborrable. Javier Clemente le conoció muy bien. Primero coincidieron como jugadores y después le entrenó durante una temporada cuando se convirtió en el técnico del primer equipo, pero sobre todo eran amigos. Su relación perduró más allá de un campo de fútbol. “Estábamos todo el día juntos, salíamos juntos”, dice el ‘Rubio’ de Barakaldo.
“Cuando coincidimos de futbolistas yo tenía 18 años y él 21. Éramos de los jóvenes del equipo. Éramos muy amigos a nivel personal, lo que pasa que solo jugué año y medio (después se lesionó). Era una de las figuras, para mí fue un futbolista muy importante porque gracias a él yo pude jugar en el Athletic. Me ayudó muchísimo. Le conocía cómo jugaba y como era tan bueno me venía bien. Traté de recuperarme y en esos años estaba en el equipo con Txetxu. Convivimos en el primer equipo siete u ocho años. Cuando me hice entrenador todavía estaba en la plantilla. Le tuve de jugador una temporada hasta que se retiró, pasó a dirigir a los juveniles y enfocó su carrera de entrenador. Después cogió el Bilbao Athletic y fue ayudante de Kendall”, dice para Mundo Deportivo.
El entrenador del equipo campeón en los años ochenta destaca sus virtudes. “Técnicamente era el mejor jugador que había en el Athletic. Fidel Uriarte era más explosivo, más rematador, pero Txetxu tenía una gran calidad técnica y mucha visión de juego, aparte de que físicamente era un portento. Era muy delgado, muy estilizado y con un centro extraordinario. Muy pocos ha habido en el Athletic con la calidad de Txetxu como jugador, de su nivel”. El gran ‘11’ de aquella época ganó dos Copas, pero no llegó por poco a los títulos de Liga ganados en 1983 y 1984. “Cuando quedamos campeones, se había retirado el año anterior, pero colaboró a formar el equipo campeón. Yo hablaba mucho con él y ayudó a forjar a los once jugadores que subí del Bilbao Athletic. Tenía mucha experiencia. Aportó mucho en el trabajo que hacíamos en Lezama. Como era amigo mío, le consultaba muchas cosas”, explica.
Clemente considera que ahora se valora a los jugadores de diferente manera a como se hacía antes: “El sentimiento por el Athletic era totalmente diferente. Ahora por parte del club no hay ese arraigo con los jugadores. En aquella época, los jugadores éramos una parte importantísima de la entidad y ahora para los directivos los jugadores están de paso. Ya les han pagado lo que les han pagado… Esto ha cambiado. Txetxu era un hombre muy importante en el club porque los exjugadores siempre han sido importantes para el club”, añade.
En este sentido, pone como ejemplo el póster conmemorativo del 125 aniversario, en el que no figura ningún futbolista del Athletic campeón en los años 80: “Sin embargo, ahora hemos visto que no hay nadie de ese equipo en el póster. Hemos sido dos años campeones, han sido unos jugadores fantásticos y resulta que no les han reconocido nada. Eso quiere decir que para estas directivas los ex pintan muy poco. No se han sentido ni apreciados ni valorados. El grupo de aquel Athletic ha quedado un poco desanimado. Lo que no hay duda es que en la historia de los 125 años del Athletic, no hay ninguna época que hayan sido mejores que ellos. Con la dificultad que había en los años ochenta para ganarles las Ligas al Madrid y al Barcelona. Y el doblete en el segundo año. Si habiendo conseguido eso no se les ha tenido en cuenta, quiere decir que el sentimiento que se tiene por los jugadores es menor. Para nosotros, que somos de la vieja guardia, el sentimiento del que ha sido jugador del Athletic tiene un valor enorme aunque no hayan sido grandes figuras”.
Tres leyendas
Clemente tiene entre sus elegidos a tres exleones. “Cada uno tendrá una leyenda… Para mí Txetxu, el Txopo y Uriarte han sido leyendas. Rojo ha sido un jugador grande, muy grande. Tenía un carácter un poco difícil en el campo. Algunos decían que no era valiente y era mentira, era un tío valiente. Lo que pasa que le daban mucha cera y se cabreaba. Algunos de la grada se metían con él porque querían que fuera más valiente, pero ha sido un jugador extraordinario y muy querido por el público, sobre todo cuando tuvo una oferta para marcharse y al final no se marchó. No se podía marchar porque en aquella época los jugadores teníamos que estar a perpetuidad en el Athletic. Por eso el sentimiento era muy claro, o eras del Athletic o si no ibas mal. Ahora los jugadores se van con buenos contratos y hay que aceptarlo. Miran su vida profesional de una manera diferente a cómo se veía antes”, explica.
Primero fue ‘Piru’ Gainza, después Txetxu Rojo y luego Estanis Argote. Tres grandes delanteros por la banda izquierda. “El extremo izquierdo siempre ha sido un puesto importante en el Athletic. Entre los tres han ocupado esa plaza durante más de 50 años. Ha sido un puesto siempre de ellos”. ¿Qué papel ocuparía Rojo I en el fútbol actual? Javier Clemente es muy rotundo. “Sería un jugador de 160 millones de euros”. Y cuando se trata de definirle como persona también se muestra muy claro: “Una persona 10”.