El ministro presidente de la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN), Arturo Zaldívar, aseguró que hubo una “operación de estado” del gobierno de Felipe Calderón para evitar que la familia de su esposa, Margarita Zavala, resultara afectada por el caso del incendio de la guardería ABC en Hermosillo, Sonora, en 2009, donde murieron 49 niños.
Aseguró que recibió presiones del gobierno calderonista sobre su proyecto, que finalmente no salió adelante y en el que se concluía que “debido al desorden generalizado en el sistema de guarderías públicas subrogadas, diversos funcionarios de alto nivel eran responsables por las violaciones a los derechos humanos de las víctimas”.
La guardería operaba bajo el mecanismo de subrogación por parte del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) y estaba a cargo de una sociedad constituida por Marcia Matilde Altagracia Gómez del Campo Tonella, familiar de Margarita Zavala Gómez del Campo, esposa del entonces presidente Calderón, además de Gildardo Francisco Urquides y Sandra Luca Téllez Nieves.
“Y hoy puedo dar fe de una operación de Estado para proteger a la familia de la esposa del Presidente, para proteger a los altos funcionarios públicos de ese gobierno, que hoy viene a hablar de Estado de derecho y de autonomía y de no sé cuántas cosas, sin ninguna autoridad moral para decirlo, porque yo puedo dar fe de que eso es una hipocresía, porque no fue ese el comportamiento”, dijo durante la presentación de su libro “10 años de derechos. Autobiografía jurisprudencial”.
El presidente de la Corte aseguró por este caso se le quitó a la Corte la facultad de investigar la violación de derechos humanos.
Aseguró que los padres de los niños fallecidos le contaron que el gobierno de Calderón “no había permitido que salieran aviones a Sacramento, donde había un hospital esperándolos para poderlos curar, porque no querían que se hiciera grande el escándalo y se hiciera mayor alharaca con este tema”.
Además, le narraron que los directivos del IMSS habían alterado sus expedientes médicos, “para no pagarles lo que le tenían que pagar por sus lesiones y por la situación en que habían quedado”.
Recordó que le avisó al entonces secretario de Gobernación, Fernando Gómez-Mont, que presentaría su proyecto, con el que se reunió en su oficina y terminó a gritos: “Me fue a ver a mi oficina y estuvimos platicando un buen número de horas y según mi entonces secretaria particular, que entraba y salía a servirnos café, el tono de voz iba subiendo cada vez más hasta que terminamos a gritos”.
“En un momento me dice el Secretario: ‘dice el Presidente que no te apoyamos para esto’ y le dije ‘dile al Presidente que postuló un Ministro, no designó un Secretario de Estado, que yo no soy su empleado y no voy a llevar en mi conciencia la muerte de 49 niños’. Y ahí terminó la plática”, reseñó.
Ese mismo día firmó dos ejemplares del proyecto y pidió a su personal que los guardaran bajo llave y que si a las 8:30 de la mañana del día siguiente él no llegaba a la Corte “lo sacaran a la prensa” y lo bajaran a la Secretaría de Acuerdos. “Era tal la tensión que yo no sabía si iba a poder llegar a la Corte”, comentó.
Acusó que varios ministros que le habían prometido apoyarlo, finalmente votaron en contra del proyecto y que solo lo apoyaron la entonces ministra Olga Sánchez Cordero y Juan Silva Meza.
“El primer día, el proyecto se recibió muy bien con la prensa, pero a partir del segundo día se dio una operación de Estado impresionante, para denostar el proyecto, para denostarme a mí y para decir, incluso, que el proyecto lo había hecho Ana Laura Magaloni y así empezaron, pegar y pegar y pegar”, dijo.
“Los salones de la Corte, los pasillos de la Corte estuvieron tomados por el Poder Ejecutivo. Allí estaban los secretarios de Estado, el director del IMSS anterior, el director del IMSS que, en ese entonces, era director del IMSS. La Corte que entonces tenía la costumbre de trabajar hasta las tres de la tarde, eran las 11 de la noche y todos los privados estaban abiertos y paseaban todos los servidores públicos del Poder Ejecutivo Federal”, apuntó Zaldívar.
El ministro explicó que luego de que se publicara el proyecto en internet, recibió varias amenazas veladas de sus compañeros ministros así como advertencias de diferente tipo.
Recordó que en las sesiones, “se dijeron cosas horribles estando ahí los papás y las mamás de los niños quemados y lesionados; con una carencia de sensibilidad y de humanidad muy –por ahí están las grabaciones, no lo estoy inventando yo–”.
“Si yo en el caso de la Guardería ABC hubiera hecho algo distinto, yo no hubiera sido digno de portar una toga nunca más en mi vida”, aseveró.
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