El fútbol es cruel. Porque en el cómputo global la actuación de Mats Hummels en el Francia-Alemania no ha sido mala. Pero un gol suyo en propia puerta fue el que desequilibró la balanza para que el conjunto dirigido por Didier Deschamps se impusiera por 1-0, y eso será lo que más resalte en las hemerotecas consultadas dentro de 30 años.
La jugada en cuestión fue desafortunada, pero lo cierto es que Hummels hizo lo que tenía que hacer. Lucas Hernández había puesto lo que prometía ser un pase de la muerte para que Mbappé marcase gol, y Hummels, en su intento de evitarlo, la puso en la escuadra. Ahí Murphy y su ley pocas veces fallan.
Pero amplificando la visión para analizar la actuación de Hummels, resalta también una jugada en la que le ha ganado una carrera al mismísimo Kylian Mbappé para evitar con maestría lo que prometía ser el 2-0 ahogando definitivamente las esperanzas de Alemania. Y los datos, tampoco reflejan una mala actuación ya que Hummels protagonizó un 90% de acierto en el pase, firmó 3 intercepciones y ganó 3 de los 4 duelos aéreos que disputó.
Con el paso del tiempo lo que quedará de este partido de Hummels será ese ‘tierra, trágame’ del gol en propia puerta, pero resulta bastante injusto con su actuación global.
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