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Ibaka busca la titularidad, Marc y Pau Gasol, más títulos y Rubio, reivindicarse

Los campos de entrenamiento de la NBA abrieron sus puertas y cinco jugadores españoles vieron acción. Cuatro de ellos cambiaron de equipo, encabezados por el ala-pívot Serge Ibaka, el pívot Marc Gasol, el base Ricky Rubio y el también número cinco Willy Hernangómez.

Sin discusión, Ibaka, de 31 años, fue el gran fichaje por parte de Los Angeles Clippers, al darle dos temporadas y 19 millones de dólares, y la segunda será opción del jugador si quiere seguir o no con el equipo.

Tras asegurar la llegada de Ibaka, los Clippers, de inmediato, dejaron que se fuese a sus vecinos de los Lakers el ala-pívot Montrezl Harrell, quien a pesar de haber sido el Sexto Jugador del Año, nunca les respondió en los momentos decisivos de la postemporada.

Mientras que la llegada de Ibaka los hace mejor equipo al conseguir a un jugador más versátil, un gran defensor, y consistente con sus tiros tanto dentro como fuera de la pintura.

Los Clippers buscaban jugadores que pudieran rendir al máximo con las superestrellas, los aleros Kawhi Leonard y Paul George y crear una nueva identidad en el equipo.

Leonard, que ya tuvo a Ibaka de compañero en los Raptors de Toronto, siempre ha reconocido que sin la aportación defensiva del ala-pívot internacional español, el equipo de Toronto no hubiese podido conseguir el título de campeones de liga en el 2019.

Si Ibaka se decidió por los Clippers para ser jugador importante dentro de la franquicia, también llegó a Los Angeles su excompañero con los Raptors, Marc Gasol, pero para firmar por dos temporadas con los Lakers, los actuales campeones de liga.

A menos de dos meses de cumplir 36 años, Gasol rechazó ofertas mucho más tentadoras a nivel económico, como era la de haber continuado con los Raptors, pero decidió perder 16 millones de dólares, a cambio de firmar por el equipo que en el 2007 lo seleccionó con el número 48 y con el que nunca había jugado.

El mediano de los hermanos Gasol, como ya le sucedió con Toronto, volverá a aportar su gran talento y experiencia en cualquiera de la misión que le encarguen en el campo para junto a las estrellas, el alero LeBron James y el pívot Anthony Davis, defender el título de campeones de la NBA.

Marc Gasol intentará unirse a su hermano Pau, de 40 años, en la lista de los jugadores que posean dos títulos de liga.

El mayor de los Gasol los ganó con los Lakers en las temporadas del 2009 y 2010 por lo que un título más al lado de Marc les permitiría entrenar en la historia del equipo y de la NBA al ser los primeros hermanos que juntos lo logran con la misma franquicia.

Al haber todavía un puesto vacante en la plantilla de los Lakers y buscando un pívot más detrás de Marc Gasol, no sería sorprendente la llegada de Pau, quien ya vive en Los Angeles.

Marc dijo después de firmar con el equipo angelino que a Pau “le encantaría” volver y jugar para los Lakers, algo que de alguna manera influyó en su fichaje, y Pau había declarado anteriormente que terminar su carrera con los Lakers sería “atractivo”.

La puerta parece estar abierta por el lado de Pau y a juzgar por los comentarios recientes del alero estrella LeBron James, el que tiene la última palabra en la llegada de nuevos jugadores, parece, que de momento, no se opone y ha expresado un “ya veremos”.

Mientras otro jugador internacional español, el base Ricky Rubio, tendrá la gran oportunidad de reivindicar su clase de condición de líder con su vuelta a los Timberwolves de Minnesota, con quienes estuvo seis temporadas deslumbrando a la multitud en Target Center con su forma de jugar y generando la famosa “Rickymania”.

Después de un traspaso a Utah, en el 2017, y una temporada con los Suns de Phoenix, Rubio regresa a los Timberwolves por la puerta grande.

El jugador de El Masnou es consciente de la gran oportunidad que se le presenta de nuevo de convertir a Minnesota en una franquicia ganadora junto a jugadores como Karl-Anthony Towns o D’Angelo Russell, además de su compatriota el ala-pívot Juancho Hernangómez, de 25 años, y el novato número uno Anthony Edwards.

“Mi juego realmente encaja con un base anotador justo a mi lado”, declaró Rubio, de 30 años, a los periodistas. “Estoy convencido que puedo hacer la jugada que siempre ayude a mis compañeros”.

Uno de los beneficiados será Hernangómez, que de mantenerse titular, tendrá la gran oportunidad de desarrollar al máximo su cualidades como jugador que puede competir al más alto nivel dentro del mejor baloncesto del mundo, algo que hasta ahora, en cuatro temporadas, todavía no ha podido establecer de forma consistente.

El mismo problema que ha tenido su hermano mayor Willy, quien también entrará en su quinta temporada como profesional, que comenzará con su nuevo equipo de los Pelicans de Nueva Orleans, el tercero para el que juega desde que llegó a la NBA, en el 2016.


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