Serge Ibaka fue la gran apuesta de otoño de Los Angeles Clippers en el pasado mercado de agentes libres. El pívot hispano-congoleño puso fin ayer a su temporada
d
espués de
pasar por quirófano para operarse de sus problemas de espalda, que arrastra desde el 15 de marzo.
La delicada lesión del interior español le apartó durante 30 partidos
consecutivos de la temporada regular, pero todo el trabajo de reposo y rehabilitación no han conseguido dar efecto y por eso el jugador y la franquicia han optado por la intervención quirúrgica.
Ibaka intentó participar en el asalto al título jugando unos minutos durante los dos primeros partidos de la eliminatoria contra los Dallas Mavericks, pero pronto se resintió de sus molestias. El jugador explicó a través de sus redes sociales su frustración con la situación:
“Me encantaría poder estar en la pista junto a mis hermanos para intentar ganar el título para la nación de los Clippers. Ha sido una temporada muy dura, y trabajé fuerte para estar preparado de cara a los playoffs. A veces las lesiones se entrometen y
la salud debe ser la prioridad. Aprecio todo el apoyo y amor que me da todo el mundo. Mi mentalidad ahora es recuperarme y ponerme sano de cara a la próxima temporada y dar apoyo al equipo”.
Ibaka, de 31 años, llegó a los Clippers en sustitución de Montrezl Harrell, Sexto Hombre del Año en 2020, y JaMychal Green. Los angelinos veían al campeones con los Toronto Raptors como la pieza clave para completar su puzle de campeonato.
En 39 partidos esta temporada, el interior nacido en Brazzaville, Congo, promedió 11,1 puntos, 6,7 rebotes y 1,1 tapones en 23,3 minutos de juego por encuentro. Desde la lesión de Ibaka, el entrenador Ty Lue ha recurrido a Ivica Zubac y Nic Batum como sus sustitutos en le quinteto titular según el emparejamiento y tamaño del oponente.
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