Serge Ibaka ya tiene nuevo hogar: los Indiana Pacers. Según ha apuntado Shams Charania, el pívot forma parte de la operación a tres bandas por la que los Nets han enviado a Jae Crowder a los Milwaukee Bucks, de los que se despide el hispanocongoleño sólo un año después de su llegada. Crowder apenas ha durado unas horas e Brooklyn después de que los Suns le enviaran a la Gran Manzana en la llegada de Kevin Durant a Phoenix.
Ibaka, que ha ido relevancia con el paso del tiempo, pone de esta manera fin a un año en los Bucks, a los que llegó el año pasado también en el límite del mercado invernal procedente de los Clippers. Sin embargo, es el ‘center’ el que tiene la última palabra, pues, de acuerdo a lo que advierte Mark Deeks en Forbes, Serge Ibaka cumple los requisitos para tener el derecho a vetar su traspaso, uno de ellos, tener por lo menos 8 años de experiencia en la liga.
En cualquier caso, el que fuera campeón de la NBA en 2019 junto a Marc Gasol en los Raptors tenía más que claro que quería salir de Milwaukee y, de hecho, Ibaka se había quedado fuera de la rotación en los últimos partidos después de llegar a un acuerdo con la franquicia de Wisconsin para ser traspasado. No obstante, el pívot podría echar atrás el movimiento si no está conforme con su destino final.
Resuelto su futuro a más corto plazo, queda la duda de lo que le espera al ‘center’ en los próximos meses. Ibaka, que pasa de jugar en uno de los más claros candidatos al anillo a unos Pacers que por ahora aspiran a jugar el play-in, jugará un rol de valioso jugador de banquillo para dar descanso en la rotación a Myles Turner, indiscutible en la franquicia de Indianápolis, que además le acaba de renovar por dos años más en medio del interés de otros equipos, entre ellos los Lakers.
A partir de aquí, habrá que ver lo que le depara el futuro a partir de un junio en el que acaba contrato. A sus 33 años -empezaría la siguiente campaña con 34 recién cumplidos-, Serge Ibaka se siente bien y quiere seguir en la NBA tal como aseguró en conversación con MD en enero. A pesar de que las lesiones les han mermado en los dos últimos años, cuenta con un buen cartel en la liga y, sin ir más lejos, Giannis Antetokounmpo valoraba en los Bucks su rol en la cancha desde el banquillo, así como en el vestuario.
No obstante, no ha habido ese ‘feeling’ entre Ibaka y el entrenador de Milwaukee, Mike Budenholzer, que ha ido contando cada vez menos con él hasta convertirse en un jugador residual este curso. Entre decisiones técnicas, una enfermedad viral no Covid-19 que le tuvo fuera un mes entre finales de noviembre y finales de diciembre -y su salida de la rotación a raíz del acuerdo con los Bucks-, Ibaka sólo ha saltado al parqué en 15 de los 54 partidos de Milwaukee, con 4 puntos y 3 rebotes de media en 11 minutos.
El ex de Hospitalet, Manresa y Real Madrid entre otros no juega desde el 1 de enero. Los Pacers se convierten en el sexto equipo de Serge Ibaka en la NBA tras Oklahoma, Orlando, Raptors, Clippers y Bucks.