Illarramendi: “Quiero jugar la Champions con la Real”


La Real está protagonizando una temporada sobresaliente sin su capitán. Asier Illarramendi (Mutriku, 1990) ha visto desde la grada la evolución de sus compañeros mientras maldecía la grave lesión que se produjo en la tercera jornada del campeonato. El dueño del brazalete entrena con el grupo, pero no irradia la plenitud de quien ha dejado atrás las molestias de manera definitiva. No cree que falte mucho para olvidar el peor trance de su carrera deportiva.



¿El próximo partido que juegue será como un debut para usted?

Bueno, ya llevo muchos años en el fútbol y no creo que me ponga tan nervioso como entonces. Cuando empecé estaba rodeado de gente mayor y sí que llevaba ese gusanillo dentro, pero ahora ya es diferente.

¿Qué le falta para estar al 100%?

Me falta un poco de ritmo. Yo siempre he dicho que soy un ‘jugador diésel’ y llevo mucho tiempo entrenando entre cuatro paredes, en el gimnasio… No he tenido tantos días de carga y al final eso se nota. El míster nos mete mucha caña y cuesta hacerse. Por lo menos ahora me siento uno más y por esa parte estoy contento. Cada vez tengo menos molestias después de los entrenamientos y eso es bueno.

¿Está para entrar en la convocatoria del domingo?

Hasta la semana pasada me sentía bastante limitado, no estaba a gusto por las molestias. No me veía muy bien para aportar, pero ahora estoy físicamente mejor y ya veremos; esa pregunta es para el míster.

Olabe dijo que le vio hacer “un entrenamiento del carajo”.

En cuanto a cifras, sí, pero yo no me quedo con eso. A la hora de golpear me molestaba bastante la lesión que tuve en el tendón.

¿Es la primera vez que tiene dos lesiones graves tan seguidas?

Tengo operados los dos meniscos externos de cuando era más joven, pero fueron dos-tres meses de recuperación. De estas dos lesiones me está costando recuperarme. El peor día no es el de la lesión. Lo peor es no llegar bien a la fecha señalada para volver. Es entonces cuando le empiezas a dar vueltas a todo. Cuando la cuesta arriba se endurece.

¿Teme volver a caer lesionado?

No, pero sí que es verdad que cuando no estás como te gustaría le empiezas a dar vueltas a si te vas a poner al 100%, si te vas a volver a sentir como antes… La mente nos juega malas pasadas y cuando pasan estas cosas siempre nos ponemos en lo peor, no sólo en el fútbol, también en la vida.

¿Hasta qué punto le ha afectado mentalmente este proceso?

Es duro. He sentido temor a no poder golpear el balón como antes de lesionarme el tendón. Le das muchas vueltas a si has hecho todo lo que estaba en tu mano, pero bueno, cada lesión es un mundo y todo pasa.

¿Es extraño ser un ‘fichaje’ a falta de estas 11 jornadas?

Puede ser. Llevo mucho tiempo fuera y mi objetivo ahora mismo no es jugar, sino recuperarme totalmente, ser el que era y lo demás ya llegará. La gente que me ha visto ya sabe cuál es mi nivel y cuando me toque jugar daré todo lo que tengo.

Le ha salido competencia en el puesto.

Sí, sí, y mejor para el equipo. Todos están rindiendo a un gran nivel, lo he apreciado desde fuera. Y ahora que me he metido en los entrenamientos, se nota. La competencia que hay en el equipo sirve para mejorar cada día. Mira dónde estamos.

¿Qué se siente al ver que el equipo funciona sin usted?

En lo personal me he llevado un chasco, he pasado por momentos de frustración, pero el equipo me ha dado muchas alegrías.

¿Es compatible con Igor Zubeldia?

En los entrenamientos jugamos muchas veces juntos. Quién sabe. Yo creo que somos compatibles porque aunque seamos del mismo puesto, cada uno tiene su perfil. Podemos aportar los dos a la vez en el campo.

Hace 10 años que debutó en el primer equipo. Cómo pasa el tiempo, ¿no?

Sí, la verdad. Volando. Hemos disfrutado mucho y espero que sigamos unos cuantos años más.

¿Cómo analiza su evolución?

Cuando subí al primer equipo empecé jugando más atrás, pero no me consideraba muy defensivo. Me gustaba salir con el balón y mi fuerte no era la intensidad defensiva o el físico. Luego jugué de 8, al lado de Markel, con más movilidad, y más tarde de 4, de pivote, con menos recorrido y llegada.

¿Qué recuerda de cuando le llamaron para los primeros entrenamientos?

Que era un chico bastante reservado, como la mayoría de guipuzcoanos. Cuesta soltarte cuando subes de la cantera, eres más precavido.

Usted entró en escena con toda la generación que llevó al club de Segunda a Europa.

Son el núcleo fuerte de esta parte de la historia. El club ha evolucionado mucho. En todo, no sólo en lo futbolístico. La Real ahora es un gran club, muy importante en Primera.

Cuando se marche Zurutuza, quedará como la cabeza visible de aquella época.

No me preocupa. Tenemos a gente como Zaldua, Aritz Elustondo o Mikel Oyarzabal, con mucha cabeza y ganas de trabajar. Me quedo como uno de los mayores, pero estoy rodeado de gente joven y con la cabeza muy bien amueblada.

¿Qué tal va su experiencia como capitán?

Bien, pero es jodido llevar año y medio fuera de la dinámica del equipo. No estoy en los partidos, en los viajes… Y es jodido. Intento apoyar en todo lo que puedo, pero cuando no estás en el día a día es más difícil.

La afición siempre se fija en la figura de un capitán. ¿Cómo cree que le ven a usted?

Pues no sé, eso habría que preguntárselo a la gente. Yo intento hacer lo que puedo, aportar para que todo el mundo rinda con todo lo que tiene. Intento que todos estemos unidos y que seamos una familia porque así rendimos más.

Aranburu y Prieto han sido sus antecesores. ¿Se parece a ellos?

Sí, me identifico bastante con ellos, tenemos una personalidad parecida. Hemos pasado muchas vivencias juntos y nos parecemos bastante.

¿Cómo ha visto a Oyarzabal con el brazalete en su ausencia?

Bien, bien. Siempre he dicho que cuando subió al primer equipo no me parecía que tenía 18 años. Su pose es de gente adulta, le conozco muy bien, sé de qué es capaz y que sirve para ser capitán porque es un referente.

Tiene contrato hasta 2023. ¿Cree que le dará tiempo a firmar alguno más?

Sólo pienso en el presente. En recuperarme bien y en dar todo lo que tengo. Ni he pensado en el futuro porque en mi situación sería gastar energías.

Pues el presente dice que hay otra oportunidad de ir a la Champions. Usted ya fue cuarto con la Real.

Esperemos conseguir el objetivo, no podemos tirar a la basura todo el trabajo que hemos hecho. Será duro jugar partidos cada tres o cuatro días, pero por esa parte estoy tranquilo. Tenemos una buena plantilla y podemos ganar a cualquiera. Mi confianza es plena en el equipo.

¿Se arrepiente de no haber jugado la Champions anterior con la Real?

Fueron las circunstancias que se dieron, pero quiero jugar la Champions con la Real. En la Europa League de hace dos temporadas quizá esperábamos algo más y sí que tengo esa espina de hacer un buen torneo en Europa.

¿Se ha imaginado levantando la Copa?

Sí, pero también es verdad que he estado mucho tiempo fuera del equipo. Ojalá que la podamos levantar y que traigamos el título


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