Asier
Illarramendi se ha vuelto a entrenar hoy con el grupo, cuatro meses después de sufrir un nuevo frenazo en el proceso de lesiones que le tiene en el dique seco desde hace casi dos años. El capitán de la Real, que pasó por el quirófano nuevamente en julio con el objetivo de solucionar definitivamente sus problemas en el aductor largo de la pierna derecha, ha cubierto otros cuatro meses de rehabilitación con el objetivo de que sea la definitiva y pueda regresar a los terrenos de juego al mismo nivel que tenía cuando cayó lesionado por primera vez en Valencia en febrero de 2019.
El origen de los problemas de Illarramendi tuvo lugar en Mestalla, donde sufrió una lesión de grado 3 a nivel de la inserción proximal del músculo aductor largo de la cadera derecha. Reapareció tres meses después frente al Real Madrid pero en agosto, después de completar la pretemporada, en el derbi de San Mamés sufre una fractura del peroné izquierdo de forma fortuita. En la operación también se le detecta una lesión del ligamento deltoideo y de la sindesmosis en el tobillo, lo que agrava el pronóstico.
Después de otros diez meses de mucho trabajo en la sombra para recuperarse, el parón por el Covid-19 le permite volver a trabajar con el grupo e incluso entra en la convocatoria para el primer partido, post-confinamiento, frente a Osasuna en Anoeta pero el lunes 15 de junio se vuelve a lesionar, en este caso con una lesión de grado 2 en el músculo aductor largo de la cadera izquierda. Esta nueva complicación le lleva a pasar otra vez por el quirófano, en Londres el pasado mes de julio, y ahora, cuatro meses después, lo vuelve a intentar. Illarra ha completado hoy su primer entrenamiento con el grupo. Sólo el tiempo dirá si su recuperación es total y definitiva.
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