El corazón de Imanol
Alguacil (Orio, 1971) sólo tiene dos colores, el blanco y azul de la Real, pero si en algún recóndito lugar del mismo albergara algo de espacio, éste se teñiría ligeramente del amarillo del Villarreal. El club de Castellón fue el primero en el que
Alguacil
jugó después de media vida en la Real y, aunque sólo se mantuvo dos años en El Madrigal, antes de empezar un periplo que desembocó tres años después en Burgos, con su retirada, representó un período importante de su vida.
Es difícil que el actual técnico txuri urdin no le tenga cariño al Villarreal. No sólo porque fue el primer equipo que se fijó en él cuando la Real decidió darle la dolorosa noticia de que dejaba de contar con él, sino porque pertenece a un período histórico en la entidad amarilla. El exlateral derecho guipuzcoano forma parte de la primera plantilla que jugó en Primera con el Villarreal. Tras un dilatado periplo en Segunda B y Tercera, el conjunto amarillo subió a Primera en 1998 y ese verano contrató los servicios de Imanol
Alguacil.
Mucho tuvo que ver en el fichaje del actual técnico José
Antonio
Irulegui que fue el entrenador con el que el Villarreal ascendió. El lasartearra, que dirigió a la Real en los setenta, eligió al oriotarra sabedor de que le ofrecería lo que necesitaba para una campaña tan dura como la del estreno en la máxima categoría. Imanol compartió vestuario, entre otros, con Palop, Aitor
Arregi, Téllez, Albelda, Gica
Craioveanu o Moisés, y aunque la campaña acabó mal -volvieron a descender- se mantuvo en la plantilla que la siguiente temporada recuperó la categoría casi de forma definitiva (volvieron a sufrir un descenso de un año en 2013). Imanol, de esta manera, pertenece no sólo a la primera plantilla que jugó en Primera con el Villarreal sino que también puede presumir de un ascenso. En dos campañas como jugador amarillo disputó 34 partidos en los que marcó un gol.
Otros txuri urdin con pasado amarillo
Imanol no es el único jugador de la Real que en estos 20 años del Villarreal en Primera ha recorrido ese mismo camino. Junto a Alguacil se marchó en 1998
Gica
Craioveanu
y, la siguiente temporada, fue Javi
Gracia quien se unió al dúo en Segunda. Los tres formaron parte de la plantilla del ascenso de 1999. Siete años después, Nihat
Kahveci, tras una campaña convulsa en la que se negó a renovar, firmó libre por el conjunto amarillo y, finalmente, Joseba
Llorente, previo paso por el Eibar y el Valladolid, recaló en El Madrigal donde llegó a jugar la Champions para volver a Anoeta en 2010, tras el ascenso de la Real.
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