Hay un consenso generalizado en señalar a Imanol
Alguacil como el gran artífice, si no el principal, de la extraordinaria marcha de la Real en la presente campaña y la anterior. Es más que un alineador, un estratega durante los partidos o un motivador, es un exprimidor de talento. Es capaz de hacer que cada futbolista ponga sus virtudes al servicio del colectivo y esconda sus debilidades, además de hacer partícipes de los éxitos a todos los miembros de su plantilla. De hecho, sin cumplirse todavía el primer cuarto del campeonato ya ha hecho jugar a todos los jugadores, salvo los lesionados de larga duración. Es el entrenador de moda en Primera, nombrado el mejor de la Liga en octubre, pero a mediados de noviembre todavía no se han puesto en contacto con él para renovar su contrato, que expira el próximo 30 de junio.
Imanol firmó el pasado 3 de enero una renovación que le une a la Real hasta el 30 de junio de 2021, vínculo sellado desde la confianza porque ni contemplaba cláusula de rescisión ni ninguna opción a prorrogarlo por una o dos temporadas más, como es habitual. Sí incorporaba un moderado aumento salarial. Quedan, en consecuencia, siete meses y medio para que finalice ese contrato que une al entrenador con el club y, aunque parece claro que sus destinos seguirán unidos también la próxima temporada, no han existido contactos para ampliarlo. Ni la Real le ha llamado para planteárselo ni él ha realizado movimientos para asegurar su estatus, a pesar de que se halla en la posición más propicia para hacerlo, siendo además ambicioso en las exigencias porque su labor es impecable.
ADN Real
Con ese rendimiento, esos resultados y ese éxito, si el entrenador no se llamara Imanol ni fuese de Orio quizá ya estaría blindado por más tiempo. Al técnico de 49 años le ata un lazo de ADN a la Real y la idea que siempre se ha manejado es tratar de reciclarle en el club cuando termine su etapa en el primer equipo. Pero está demostrando que está capacitado para volar en solitario y buscar nuevos retos lejos de Anoeta y Zubieta. Por eso sorprende que, por lo menos por ahora, no se hayan producido ni los primeros contactos. Es imposible que el deseo de la Real no sea otro que el de mantenerle en el cargo, por lo que todo dependería de lo que decidiera Imanol. Su eterno entusiasmo en su labor diaria hace pensar que seguirá ligado al banquillo realista, aunque, al igual que los jugadores, desde el 1 de enero es libre de negociar con cualquier otro equipo.
De momento, Imanol es ya el 11º entrenador con más partidos en la historia del club y está entre los que mejor porcentaje de triunfos presenta. El propio Olabe dijo el pasado 4 de junio del preparador de Orio que “es la persona que mejor está interpretando lo que nos estamos planteando como modelo en el club y la persona que le está poniendo el pincel a un equipo que juega en posición pero que interpreta espacios, un equipo que transita, que es agresivo, que apasiona, un equipo que es lo que estábamos buscando”.
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