La Copa e Imanol Alguacil viven un idilio que espera alcanzar su máxima expresión en abril en la final aplazada ante el Athletic. Hasta la pasada campaña mentar el torneo del K.O. en Zubieta era traer a la memoria vivencias desagradables y, en algunos casos, humillantes, pero el técnico oriotarra logró en un solo año barrer de un plumazo toda la historia negra de la Real en esta competición en las últimas tres décadas y volver a llevar al club a una final. Ahora, el miércoles, puede convertirse en el técnico con la racha victoriosa más larga en la Copa ya que, si derrotan al Córdoba, enlazarán ocho triunfos consecutivos, superando el mejor registro que data de la temporada 1978/79 con Alberto Ormaetxea en el banquillo y un equipo que en gran parte sería la base de los títulos ligueros al inicio de la década de los 80.
Imanol no conoce la derrota en la Copa como entrenador de la Real, aunque debutó en la temporada 18/19 con una eliminatoria ante el Betis saldada con dos empates que dejaron fuera a la Real por el valor doble de los goles en campo contrario.
La pasada temporada, sin embargo, todo cambió. El oriotarra priorizó este torneo y antes de cada eliminatoria, independientemente del rival, se encargó de prestigiar el torneo ya no sólo con sus alineaciones, sino desde antes con sus declaraciones.
Antes de debutar ante un Tercera como el modesto Becerril, ya avisó de que se tomaban la competición “muy en serio” destacando que “para nosotros también es un partido muy importante. Vamos con toda la humildad e ilusión. A ilusión y pasión vamos a estar igualados”. El 0-8 no dejó lugar a dudas.
Ante el Ceuta, un Segunda B, Imanol volvió a dejar claro la importancia que le daba al torneo: “Le doy más valor al partido de Copa contra el Becerril que al partido de casa ante el Barcelona de la semana pasada. Esto hace grande al club y éste es el camino”. Y un día antes, en la previa, volvió a incidir en esta idea. “Incluso en los amistosos estamos defendiendo a la Real y por respeto a nosotros y a nuestro rival no vamos a especular”. 0-4 y a dieciseisavos.
En esa ronda se midió al Espanyol en Anoeta: “No sé si vamos a jugar bien o mal, pero el equipo va a hacer un partido a vida o muerte y en todas las disputas se va a notar”. 2-0 y a octavos.
Esa eliminatoria ante Osasuna la calificó como “el partido más bonito e importante de esta temporada” y el equipo respondió con un 3-1 que le metía en cuartos.
El sorteo le deparó una eliminatoria a partido único en el Bernabéu ante el Real Madrid y, por si había complejos, Imanol los despejó en la previa: “Alguno puede pensar que vamos al matadero, pero vamos con la intención de siempre, que es sacar el partido adelante. Estoy seguro de que ellos respiraron cuando les tocó en casa porque nos tienen respeto. En 32 años sólo una vez se ha llegado a semifinales y mañana es una oportunidad única de volver a semifinales. Este es el momento, es una oportunidad única”.
Ante el Mirandés ya no hizo falta motivar a nadie y la Real cumplió clasificándose para la final. Mañana en El Arcángel volverá a iniciar su camino en la Copa con la posibilidad de hacer historia.
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