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Impacto final de Juancho y victoria balsámica de los Raptors ante los Knicks

Impacto final de Juancho y victoria balsámica de los Raptors ante los Knicks

Ser determinante no va de sólo de anotar, anotar y más anotar, creencia arraigada y especialmente en esta NBA donde, entre el talento y las reglas, los ataques someten a las defensas. En este contexto, ganan todavía más valor coberturas como las de Juancho Hernangómez. Tras unos partidos de no tanta relevancia, el impacto de la defensa del alero en el último cuarto sobre el estandarte de los New York Knicks, Jalen Brunson, fue determinante en el balsámico triunfo de los Raptors (125-116).

El MVP de la final del Eurobasket sigue sin salir de su irregularidad en el perímetro -falló sus dos intentos de tres y no anotó-, pero sumó el mayor más-menos del conjunto canadiense con un +14 con su impacto defensivo y sus 5 rebotes y 2 asistencias en los 16 minutos que jugó. Aunque podría ejercerlo, su rol en estos Raptors no es el de anotador. Scottie Barnes, ese ‘Rookie del Año’ al que le gusta dejar los ‘deberes’ para última hora, emergió de nuevo con descaro en el último parcial con 10 de sus 19 puntos, a los que añadió 7 rebotes, 6 asistencias, 1 robo y 2 tapones y también una importante influencia cerca de su aro.

VanVleet se erigió en el máximo anotador de Toronto con 28 puntos con un 4/8 en triples, con Pascal Siakam (24 tantos) y un Gary Trent Jr (24) sensacional desde la larga distancia con un 6/10 en triples. Nurse dio tregua esta vez a Siakam, ‘sólo’ 34 minutos en el parqué tras los 43 del anterior encuentro. El conjunto canadiense supo competir sin O.G. Anunoby -baja por un esguince de tobillo-, tan trascendental en ambos lados de la pista.

Los Raptors se empeñan en agotar sus posibilidades de salvar la temporada. Entre su bajo rendimiento a domicilio y su pérdida de consistencia en casa, hace días ya que dejaron de avistar el acceso directo a play-offs, pero, aunque sin margen de error, hay opciones todavía de play-in, undécimos ahora con 21-27 mientras los Bulls, quienes ocupan la décima y última posición del torneo clasificatorio para la fase por el título, tienen un récord de 21-24. Los Knicks, por su parte, se han caído de la sexta y última plaza para play-offs -ahora en poder de los Heat (26-22)-, mientras que el conjunto neoyorquino es séptimo con 25-23.

Toda la madurez que los de Tom Thibodeau mostraron hace dos semanas en Toronto (108-112) se tornó en inseguridad en el segundo triunfo consecutivo de los de Nick Nurse contra los Knicks tras el del Madison hace una semana. Transmitieron la impresión de no saber gestionar con claridad las distintas variantes defensivas de los Raptors aplicadas sobre Brunson, limitado a 21 puntos y 5 asistencias pero 3 pérdidas, sabiendo elegir eso sí cuándo tirar con un aceptable 6/15 en tiros de campo y un notable 4/7 en triples.

Y esas dudas fueron las que interrumpieron su reacción, pues los de ‘Thibs’ se habían llegado a avanzar (83-86 al final del tercer cuarto) tras haber estado 16 abajo en el segundo cuarto. Motivado por competir en su país y en su ciudad, RJ Barrett asumió todo lo que no pudo Brunson con 30 puntos (10/18 en lanzamientos y 4/8 en triples), 7 rebotes y 5 asistencias. También dio mucho a los Knicks Julius Randle a pesar de la durísima defensa de los Raptors sobre el interior tanto física como táctica, agobiándole con 2×1 -especialmente en el poste bajo y las esquinas-, y defensas hasta triples en la pintura. Pero acabó con 23 tantos, 18 rebotes y 8 asistencias. Es lo que tiene heredar la ética de un Kobe Bryant que ejerció de gran mentor para Randle.

Los Raptors disfrutaron de vistosa fluidez en su juego, explotando Siakam y VanVleet su uno contra uno pero también sabiendo encontrar el compañero más liberado en el perímetro o el que tenía ‘mismatch’ a favor en el duelo individual más allá del arco, con Gary Trent igualmente brillando en la generación que en la ejecución.

Eclipsado Brunson, los Knicks sufrían pero fueron encontrando soluciones como los triples de Obi Toppin -14 puntos y un 4/5 desde el perímetro-, aprovechando el colapso de la pintura de los Raptors y el base de 26 años alternó jugadas como generador de la jugada pero también como ejecutor, desbloqueándose para acabar la acción desde el perímetro, penetrando tras mano a mano o siendo el que acababa entrando a canasta tras un buen movimiento de balón.

Sin embargo, unido al despertar de Barnes, el que fuera segundo de Luka Doncic en Dallas se acabó ahogando. El base de 26 años fue quien asumió el peso de las jugadas en el último cuarto y se vio perdido tanto ante la defensa de Juancho como los cuatro jugadores de los Raptors en zona si superaba al alero, tirando Toronto de la defensa del ‘box-and-one’.

El estallido final de Scottie Barnes

En el otro lado de la cancha se hacía notar Barnes con sus penetraciones, doblando al compañero que cortaba por la línea de fondo cuando no podía finalizar. Volver a acercarle más al aro -había empezado la temporada tirando más de tres-, ha sido todo un acierto por parte de Nurse. Los Raptors -pese a que se pueda barruntar un cambio de ciclo en los despachos de cara a este mercado-, no han dicho todavía la última palabra.

En los Knicks, Immanuel Quickley, quien no puede ser la estrella que quiere ser a la sombra de Brunson, gana enteros para salir como también Derrick Rose, con escasos minutos, ni uno en Toronto por decisión técnica. Acepta su rol de mentor de vestuario pero a sus 34 años cuesta concebir que renuncia a mostrar en la pista ese baloncesto aunque no sea el que le llevó a levantar el MVP en 2011. El destino esta temporada de Toronto -y quién sabe si el de las próximas-, se puede acabar de decidir en el largo viaje que les espera por delante, con 7 partidos a domicilio.




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