Imparable Anthony Davis

Anthony Davis es el arma más letal de estos Los Angeles Lakers, algo que reconocen incluso algunos de sus compañeros a riesgo de enfadar todavía más a LeBron James: “Sinceramente, si me lo preguntas… t
enemos a LeBron, pero creo que él es el mejor jugador del mundo”, afirmó Markieff Morris después de la cómoda victoria de L.A. en el primer partido de las Finales NBA contra los Miami Heat.

La ‘Ceja’ terminó con 34 puntos, 9 rebotes y 5 asistencias en su debut en unas Finales, una exhibición de calado que quedará para siempre en el libro de registros de la legendaria franquicia angelina como tercer mejor registro anotador de un debutante en el escenario definitivo de la temporada, tan solo por detrás de Shaquille O’Neal (43), George Mikan (42) y empatado con Elgin Baylor. Palabras mayores.

data-youtube-vid>

Más allá de su excelente partido, que no hace más que reafirmar su increíble rendimiento esta temporada, el poderío interior exhibido por AD parece ser un puzzle sin solución aparente para Erik Spoelstra, que en la primera mitad intentó frenar la producción de LeBron y acabó vapuleado al descanso por el dominio de su teórico segundo de a bordo. Para el 23, la clave está en evitar los ataques de celos:

“La envidia y los celos se han cargado muchas cosas buenas, y no solo en el mundo del deporte”, explicó LeBron sobre la química entre él y Davis. “Yo y AD sabemos quiénes somos, nos respetamos mutuamente. Nos motivamos, nos exigimos excelencia mutua, y esa es la clave de todo”.

La dupla LeBron-AD promete quedar como una de las mejores de la historia de los Lakers, que anteriormente han vivido épocas doradas de la mano de Kobe y Pau, Kobe y Shaq o, remontándonos a épocas pasadas, Magic y Kareem, Jerry y Wilt… Esa falta de envidia puede traer más de un título, si las cosas siguen así, a las vitrinas de L.A.

“Sé lo que quería, quería lo que él tenía”, explicó Davis señalando a James. “Si ves el trabajo y la preparación que LeBron mete cada día, entiendes porqué son sus décimas Finales NBA. Nunca para, y espero poder seguirle hasta otras nueve Finales”. Evidentemente, los 35 años de James hacen imposible esta gesta, pero parece que estos Lakers tienen las armas correctas para abrir u
na nueva dinastía.

Davis, de 27 años, acumula siete apariciones en el All Star. En su primer curso en los Lakers promedia 29,1 puntos, 9,3 rebotes y 3,7 asistencias en los playoffs, y ha sido la constante imparable del conjunto de Frank Vogel: tanto de cuatro como de cinco, cuando los angelinos han optado por su versión del small-ball, se ha sentido cómodo.

“Es uno de esos jugadores unicornio que pueden hacerlo todo”, le alababa LeBron al inicio de los playoffs. “Es todo con lo que había soñado. Entiendo y conozco el nivel de talento que posee en la pista, tanto dentro de la pintura como en el perímetro”.

Cuando AD aterrizó a la liga como número uno del Draft de 2012, llegó a la competición como una de esas fuerzas brutas de la naturaleza que dominan el juego por tamaño y estatura, aunque su historial como base en el instituto –se le conocía como “el pequeñín que enchufa de tres”– le dotó de una técnica avanzada de manejo de balón y tiro exterior que ahora le permiten ser el paradigma del pívot moderno: un jugador fibroso, de perfil alargado (2,08 metros, 115 kilos), capaz de dominar la pintura, lanzar desde el perímetro y noquear a los atacantes rivales con una defensa veloz y asfixiante.

Evidentemente, como todo buen jugador, a Davis le ha faltado durante todo este tiempo un equipo a la altura de su ambición. Tras siete años en Nueva Orleans, pidió el traspaso a unos Pelicans que con él llegaron solamente en dos ocasiones a los playoffs. Los Lakers y LeBron fueron el encaje perfecto el pasado verano, y la apuesta ha cundido a todas las partes interesadas.

data-youtube-vid>

La temporada de AD ha sido de libro, con promedios de 26,1 puntos, 9,3 rebotes y 3,2 asistencias en temporada regular que representan la mejor anotación de su trayectoria. Además, Davis compitió por el premio a Mejor Defensor del Año que se llevó finalmente el dos veces MVP de la NBA Giannis Antetokounmpo.

Ambas elecciones enfadaron tanto a Davis como LeBron, que con su viaje a las Finales NBA han colocado las cosas en su sitio, al menos según su opinión. Con Bam Adebayo tocado, está por ver quién logra frenar la producción ofensiva de la ‘Ceja’, pletórico en su nueva casa de anillos y estrellas en Los Ángeles.

“Él tiene un anillo”, bromeó Davis al hablar sobre la falta de celos entre él y LeBron. “Espero no tener que envidiarle sobre esto mucho más. Quiero un anillo, y él tiene tres. Eso es algo por lo que seguro sentiría envidia de él”.

No es LeBron el único que quiere el anillo a toda costa, un título que sería el 17º de los Lakers y que igualaría el número de anillos de los enemigos Boston Celtics.

Si Davis mantiene este ritmo anotador, podría terminar sus primeras Finales con el mejor promedio anotador de la historia, en posesión de Rick Barry (36,6 puntos en 10 partidos) y seguido de Allen Iverson (35,6 puntos en 5 partidos).

De momento marcha tercero tras su debut imparable.


Source link