Incineró Instituto Forense de Jalisco al menos mil 430 cuerpos sin identificar y sin tomarles muestras de ADN, entre 2006 y 2018: informe

La mayoría de los cuerpos incinerados nunca se encontrarán en ninguna base de datos genéticos, lamentó el Centro de Justicia para la Paz y el Desarrollo.

El Instituto Jalisciense de Ciencias Forenses (IJCF) incineró, al menos, mil 431 cuerpos sin identificar y sin tomarles muestras de ADN entre 2006 y 2015, con lo que se vuelve imposible que algún día sean identificados, informó este miércoles el Centro de Justicia para la Paz y el Desarrollo, A.C. (Cepad).

En su informe “Incineraciones de cuerpos no identificados, crímenes sin justicia”, el Cepad dio a conocer los resultados de distintas solicitudes de acceso a la información pública que evidencian las irregularidades en los procesos de identificación, registro y conservación de cuerpos y evidencias en Jalisco.

“La mayoría de los cuerpos incinerados nunca se encontrarán en ninguna base de datos genéticos, lo que significa que miles de familiares de personas desaparecidas fueron brutalmente privadas de la posibilidad de encontrar algún día información sobre su ser querido”, afirmó el Cepad.

La asociación informó que luego de una solicitud de acceso a la información realizada en 2018, el IJCF respondió que del 1 de enero de 2006 al 31 de octubre de 2018 se incineraron mil 560 cuerpos de personas no identificadas y también se realizó la cremación de de una osamenta y 32 restos óseos de personas no reclamadas por sus familiares.

De acuerdo con el Cepad, el Instituto no respondió con precisión si se tomaron muestras de ADN de los cuerpos antes de que fueran incinerados pues en respuesta a una solicitud de 2018 refirió que “a todos los cuerpos que ingresan al Servicio Médico Forense se les practica una serie de dictámenes identificativos, los cuales consisten en toma de muestra de ADN y necropsia de ley, por lo que todos se encuentran identificados, más no todos son reclamados por sus familiares”.

Sin embargo, en respuesta a una solicitud realizada en 2017, el IJCF contestó que de 2006 a 2015 fueron incinerados los cuerpos de mil 517 personas de los cuales a mil 430 (el 94.3 por ciento) no se les realizaron previamente las tomas de muestras de ADN, ni se efectuaron las confrontas genéticas para su posterior identificación.

El informe del Cepad también alertó sobre las causas de fallecimiento registradas en los expedientes de los cuerpos incinerados.

De acuerdo con las respuestas de las autoridades, ninguna de los personas incineradas entre 2006 y 2018 murieron por causa violenta. En cada uno de los años, alrededor del 80 por ciento de las personas incineradas sin identificar murieron a causa de un accidente.

Pero el Cepad pone en duda que la causa de la muerte de aquellas personas en realidad haya sido un accidente, pues la mayoría presentaban contusiones de cráneo, incluidas contusiones de tercer grado, contusiones difusas y contusiones por proyectil en el cráneo, “mismas que, por lo general, surgen a consecuencia de hechos violentos”.

La asociación pidió al representante del Alto Comisionado para los Derechos Humanos en México, Jan Jarab, su intervención en esta situación “a efecto de que se detone el proceso de justicia y verdad para las y los familiares y la sociedad mexicana en su conjunto”.




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