El Eibar debe cerrar en las próximas semanas todos los cabos sueltos que tiene entre manos, sobre todo en lo que respecta a la composición de la plantilla para la próxima temporada. Fran
Garagarza y el resto de la dirección deportiva deben concretar el camino a seguir y evaluar si alguno de los seis jugadores que acaba contrato el 30 de junio entra dentro de los planes venideros. Los contratos de Ivan
Ramis, Fabián
Orellana, Gonzalo
Escalante, Pablo
De
Blasis, Pedro
León y Charles están a punto de expirar y hay que actuar en uno u otro sentido. Los casos de Escalante, que pondrá rumbo a la Lazio para continuar con su carrera en Italia, y Ramis, cuyo crédito se ha terminado por agotar después de cinco campañas como armero, apuntan hacia la puerta de salida.
En el caso de De Blasis no hay un desenlace a la vista, al menos en lo que al corto plazo se refiere. El jugador argentino cumple su segunda campaña en Ipurua y ahora mismo su continuidad no es algo que se pueda dar por sentado. Tampoco lo contrario. Los contactos entre la entidad armera y sus representantes llevan interrumpidos unas semanas por la expansión de la crisis sanitaria y las conversaciones se deberían reanudar en cuanto regrese la normalidad. No será muy tarde.
El diagnóstico a día de hoy es bastante incierto porque el entorno del jugador mantiene la incertidumbre ante el frenazo que ha provocado la pandemia sanitaria. Las cartas están boca abajo y habrá que esperar para que se den la vuelta. Si nos dejáramos guiar por el protagonismo y el peso en el equipo, el pronóstico apuntaría hacia su adiós de Gipuzkoa.
Pablo De Blasis aterrizó en Eibar en verano de 2018 procedente del Mainz 05 alemán a cambio de dos millones de euros. La grave lesión de Pedro León, al que le costaría volver unos meses a los terrenos de juego, obligó a Fran Garagarza a moverse con rapidez en el mercado. Lejos de explorar en las cercanías, el de Mutriku se tuvo que marchar hasta Alemania para buscar un reemplazo. El elegido fue el argentino que, tras cinco campañas en la Bundesliga, había perdido protagonismo y buscaba una salida que le reconfortara. No era un movimiento estudiado sino una solución de urgencia para paliar una baja sensible como la del murciano.
La sombra de Cucurella
En su primera campaña, el argentino disputó 24 partidos, 16 de ellos como titular. Su incorporación iba destinada a cubrir el extremo izquierdo pero la irrupción de Cucurella le dejó en un segundo plano del que no consiguió salir. Con Peña y Cote afincados en los laterales no hubo manera de ganarse el puesto. Disputó, eso sí, varios encuentros como lateral derecho, su segunda demarcación favorita.
Sin embargo, su incidencia ha disminuido esta temporada en la que el Eibar se ha mostrado extremadamente irregular. Llevaba 21 apariciones en Liga y solo nueve de ellas siendo de la partida. La última vez que apareció en el once fue en el derbi de la primera vuelta contra la Real, el 30 de noviembre en Anoeta. Con estos ingredientes, no parece que el Eibar vaya a apostar por su continuidad.
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