Lewis Hamilton no tuvo una infancia fácil. Creció entre insultos racistas en su barrio, bullying en la escuela y constantes miradas por su color de piel en las pistas de kárting de Gran Bretaña, pero aprendió a hacerse fuerte. Primero, aprendiendo kárate para defenderse y aprender disciplina, entre otros muchos valores. Y posteriormente, iniciándose en el kárting a los 8 años. Pese a la rabia que sentía por dentro por el racismo sufrido, el de Stevenage se hizo fuerte siguiendo el consejo de su padre de siempre responder en la pista. Empezó a exhibir su gran talento desde las primeras carreras, ganando certámenes regionales y luego, a nivel nacional. Se proclamó campeón del mundo en 1995, con 10 años, y en la entrega de premios de aquel año, en la que estaba Ron Dennis, avisó al entonces jefe de McLaren de que tenía que seguirle de muy cerca.
“Hola, soy Lewis Hamilton. He ganado el campeonato británico y un día quiero correr en tu equipo”, le dijo sin pensárselo. “Llámame en nueve años, haremos algo entonces”, le contestó Ron como seguramente le debía decir a miles de chicos. Pero aquel niño retuvo esas palabras desde entonces, una motivación más para perseguir el sueño que tantas personas le habían dicho que era imposible de lograr.
Un año después (1996), Ron Dennis se fijaría en él no por sus palabras, sino por su forma de conducir, en el circuito de Buckmore Park, donde en 1998 realizaría una enorme exhibición que todavía se recuerda, remontando desde la última posición hasta la primera con una enorme agresividad y talento.
[+] Así fue la espectacular remontada de Lewis:
Con solo 13 años, Hamilton ya demostraba que se trataba de un piloto muy diferente, especial. No por su color de piel. Lo era única y exclusivamente por su calidad, sus manos, ambición y hambre. Así fue como, después de aquella enorme remontada, aquel mismo año (1998), después de que Lewis conquistara su segundo título del campeonato británico, McLaren hizo oficial el fichaje de Hamilton en su programa de jóvenes talentos (Young Driver Support Programme), de McLaren y Mercedes.
Ron Dennis había cumplido la palabra con muchos años de antelación. Y finalmente, tras conquistar numerosos éxitos allá por donde pasaba, el piloto de Stevenage debutó en la Fórmula 1 en 2007 a lo grande, peleando con todo un bicampeón del mundo de F1 como Fernando Alonso durante todo el curso. Ahora, 14 años después de su debut en la F1, ostenta ya
7 títulos de campeón del mundo. Y va a por más.
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