Carlos Sainz realizó un auténtico carrerón este domingo en el GP de Mónaco, en el que logró una sexta plaza que al volante de un McLaren en Mónaco es algo así como una victoria para los ingleses. “He sido el mejor del resto”, destacaba el madrileño a las televisiones tras la carrera, muy satisfecho por el gran trabajo que realizó en las calles del Principado en una carrera en la que regaló a los aficionados uno de los mejores adelantamientos de toda la cita. Fue en la salida, cuando el español ‘fulminó’ a dos Toro Rosso en la curva 3, de una tacada. A lo grande.
“He salido bien, luego me han cerrado en la Curva 1 y me he tirado en la Curva 3 a por Albon y les he pasado a los dos, ¡Increíble!”, dijo el piloto madrileño para explicar la arriesgada acción que protagonizó de inicio. Esa fue la mejor manera para que Carlos empezara una carrera en la que todavía le quedaba mucho por brillar.
Cuando salió el coche de seguridad por el pinchazo de Leclerc, el español fue de los pocos en arriesgar manteniéndose en pista sin cambiar neumático. Aprovechó para tirar al máximo. Lo tenía que hacer para mantener su posición con Kvyat. Y lo bordó tras una buena parada posterior marcando en dicho instante la vuelta rápida cuando más lo necesitaba.
Así, logró mantenerse por delante cuando Daniil volvió a pista, ya con la sexta posición en el bolsillo. Y tras un perfecto ataque, tan solo le quedaba defenderse. Y lo hizo a las mil maravillas, plantando el escudo ante el ‘torpedo’ ruso, que pese a tener un coche mejor en Mónaco, no pudo con las ganas de Carlos.
“Cuando he visto que paraban los Toro Rosso, sabía que tenía rueda para después del coche de seguridad. Hemos parado y me puse sexto”
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