Cada año, cuando llega el mes de marzo, Estados Unidos vive pendiente del torneo final del basket universitario, el conocido como ‘March Madness’ (locura de marzo), con partidos de máxima audiencia repartidos por todo el territorio del país. Sin embargo, todo será diferente en 2021 pus la NCAA planea que la competición se desarrolle en una sede única para poder sortear los problemas que plantea la pandemia del coronavirus. La entidad que gestiona todo el deporte universitario USA, la NCAA, está en conversaciones con Indianapolis para que esta ciudad sea la que albergue los 67 partidos del cuadro final de la competición.
El plan original era que esos 67 partidos se desarrollaran a lo largo de 13 sedes repartidas por todo Estados Unidos, con el First Four en Dayton (Ohio) y las sedes regionales ubicadas en Minneapolis, Denver, New York y Memphis. La pandemia ha hecho cambiar esa idea inicial en busca de una mayor seguridad sanitaria.
“Creemos que no íbamos a poder albergar el torneo en 13 sedes diferentes”, ha señalado el director del comité Mitch Barnhart. “Ante la actual situación de pandemia no era realista seguir adelante con esa posibilidad”. Centralizar el torneo permite un control mucho mayor del entorno, con los pabellones, pistas de entrenamiento, alojamiento y servicios médicos muy próximos unos de otros. Indianapolis, que ya había sido seleccionada como sede de la Final Four y además es la sede de la NCAA, tiene ahora todos los números para albergar el torneo nacional masculino en su totalidad.
Todavía no existe una decisión definitiva sobre si el torneo podrá disputarse con la presencia de público.
La edición de 2020 tuvo que ser cancelada a causa de la pandemia.
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