Indonesia aprueba el traslado de su capital de Yakarta a una nueva ciudad aún por construir

Indonesia aprueba el traslado de su capital de Yakarta a una nueva ciudad aún por construir


La nueva capital de Indonesia se llamará Nusantara y estará ubicada en la isla de Borneo. El proyecto de cambiar la capital de la congestionada Yakarta a otro lugar del archipiélago había resonado en el discurso de varios de los presidentes del país durante décadas y, desde hoy, está más cerca de convertirse en realidad. El Parlamento indonesio ha aprobado una ley para cambiar la capital de la nación de Yakarta, en la isla de Java, a un área de la jungla de Kalimantan, en Borneo, isla que Indonesia comparte con Malasia y Brunéi.

La nueva ley aprobada este martes proporciona un marco legal para el ambicioso y multimillonario proyecto del presidente Joko Widodo ―valorado en unos 466 billones de rupias (28.400 millones de euros)― y estipula cómo se dirigirá y financiará el desarrollo de la capital. La nueva urbe capitalina, ubicada más de 1.000 kilómetros al este de Yakarta, ha sido concebida como un territorio bajo en emisiones de carbono, que apoyará a los sectores farmacéutico, médico y tecnológico y promoverá un crecimiento sostenible más allá de la isla de Java, la más poblada de las 17.000 que componen el archipiélago.

“La nueva capital tendrá una función centralizadora y será un símbolo de la identidad de la nación, así como un nuevo súper centro de gravedad económico”, expresó el ministro de Planificación, Suharso Monoarfa, después de que se aprobase la ley. A pesar de que las funciones administrativas de la nación se trasladarán a la nueva Nusantara, analistas consideran que Yakarta continuará siendo el centro financiero y comercial del país y que la mayoría de sus casi 10 millones de habitantes continuarán viviendo allí.

El pasado agosto, Widodo anunció que el Estado asumirá un 19% del coste de construcción de la nueva capital –de unos 400 kilómetros cuadrados, menos que la superficie total de Madrid, mientras que el resto se financiará a través de proyectos público-privados y de inversión privada. El presupuesto inicial incluye la edificación de las nuevas oficinas del Gobierno, así como de residencias para alrededor de un millón y medio de funcionarios públicos que deberá reubicarse en Nusantara. Rebasada la instancia del Parlamento, está previsto que las obras empiecen a lo largo de este año. El Gobierno, por su parte, aspira a trasladar a sus trabajadores para 2024.

La pandemia provocó que Widodo se viera obligado a aparcar la puesta en marcha de este plan que anunció en 2019 hasta ahora. El lunes, durante un acto de conmemoración por el aniversario de la Universidad Católica Parahyangan, en Bandung, Jokowi, como se conoce popularmente al mandatario indonesio, aseguró que el proyecto de una nueva capital no será un mero traslado de las oficinas gubernamentales.

“El objetivo principal es construir una ciudad inteligente, una urbe competitiva a nivel internacional, que sea la nueva locomotora que transforme nuestro país. Será el punto de partida para una Indonesia basada en la economía ecológica, a través de la innovación y la tecnología”, agregó el presidente. El nombre elegido, Nusantara, es un antiguo término javanés que significa “islas exteriores” y con el que generalmente se conoce el archipiélago indonesio en el idioma local.

Jokowi afirma que la reubicación se realiza para atajar el problema de desigualdad de la nación y aliviar la congestión de Yakarta y la isla en la que se ubica. Java es hogar del 60% de la población del país y en ella se desarrolla más de la mitad de la actividad económica de toda Indonesia. La región de Kalimantan, por su parte, es casi cuatro veces más grande, pero alberga menos de una décima parte del PIB. Su ubicación también es más céntrica que la de la actual capital.

Yakarta hace frente, además, a urgentes retos medioambientales. La ciudad figura a menudo en el ranking de las más contaminadas del mundo. En septiembre de 2021, un tribunal de Yakarta encontró culpable por prácticas negligentes al Gobierno por la mala calidad del aire provocada por los millones de motocicletas que a diario ocupan sus calles y las plantas energéticas ubicadas en las provincias vecinas de Banten y Java Occidental. Expertos estiman que la polución del aire provoca que 5,5 millones de personas enfermen cada año en la región.

Además, áreas del norte de Yakarta se están hundiendo a un ritmo de 25 centímetros anuales. La ciudad no canaliza suficiente agua potable y los locales dependen en gran medida de pozos que utilizan para extraer agua de acuíferos poco profundos, lo que provoca que la tierra que se encuentra en la superficie se esté hundiendo.

El proyecto de Widodo, sin embargo, también cuenta con sus detractores quienes consideran que la aprobación de la ley ha sido precipitada y que la decisión se ha tomado tras realizar escasas consultas públicas y a expertos medio ambientales. Kalimantan es uno de los pocos lugares del mundo en los que los orangutanes viven en su hábitat natural y, a pesar de que desde el Ministerio de Planificación reiteran que la construcción de esta nueva urbe no alterará los bosques protegidos, existe el temor de que con el aumento del número de residentes en Borneo los bosques pluviales característicos de la región sufran un impacto negativo.

Nusantara se suma a una pequeña lista de ciudades que han asumido esa responsabilidad político administrativa a nivel nacional. En 1960, Brasilia reemplazó a Río de Janeiro como capital brasileña y en 2005 Naipyidó a Rangún, en Myanmar.

Sigue toda la información internacional en Facebook y Twitter, o en nuestra newsletter semanal.




Source link