El regreso, tras dos años de la pandemia de la Covid-19, del tradicional festejo del Día de la Candelaria, que se celebra este jueves con los tamales como protagonistas, se ha visto golpeado por el aumento de los precios y la inflación del maíz
Según la Alianza Nacional de Pequeños Comerciantes (Anpec), el precio de los tamales subió durante los últimos meses entre un 22 % y un 33 %, un aumento de entre 3 y 6 pesos (0,16 y 0,32 dólares).
En México se celebra el 2 de febrero el Día de la Virgen de la Candelaria, que marca la culminación de las festividades navideñas con una comida protagonizada por los tamales.
El 6 de enero, los mexicanos parten la tradicional Rosca de Reyes, pan de dulce con rodajas de frutas cristalizadas, que contiene varias figuras del Niño Dios y las personas que encuentran en su trozo una de estas figuras deben invitar los tamales el 2 de febrero.
Este año los mexicanos festejarán a la Candelaria con una inflación del 7.94%, después de que 2022 cerrara con una tasa anual del 7.82%, la más alta en lo que va de siglo.
Y los índices de precios de los alimentos se mantuvieron consistentemente por encima de la inflación general.
El maíz, fundamental para elaborar tamales y alimento básico en la dieta mexicana, fue el segundo producto que más contribuyó a la inflación el año pasado, según la organización económica “México, ¿cómo vamos?”.
En medio de estas cifras poco alentadoras, los productores de tamales consultados por EFE en la Feria del Tamal celebrada esta semana en el Museo Nacional de Culturas Populares, en la alcaldía de Coyoacán, sur de la capital, lamentaron que el alza del maíz los haya obligado a incrementar los precios de sus alimentos entre 10 y 20 pesos (entre 0.5 y 1 dólar).
“(Los productores de maíz) subieron los precios un 20 %, y creo que tiene que ver con todo, porque también la gasolina sube”, alertó Metzli Barragán de Oaxaca.
Jacqueline Sánchez, productora del estado de Michoacán, incidió que las medidas contra la inflación promovidas por el presidente Andrés Manuel López Obrador no están teniendo el efecto deseado en alimentos como maíz o plátano, presente en muchos tamales.
“En general subió tanto el precio del maíz como de las harinas. Pero nosotros también somos pequeños productores, por lo que no nos afectó mucho. Pero sí, el proceso de todo lo que implica hacer unos tamales subió de precio“, agregó Fernando Retana, originario de Milpa Alta, zona rural del sureste de Ciudad de México.
El caso de Retana no es único. Ariana Esquivel, del céntrico Estado de México, también está presente en todo el proceso de elaboración de los tamales, desde el cultivo del maíz hasta la venta del producto final.
“Una parte donde nos pega muchísimo (la inflación) es en los insumos, aunque nosotros ya venimos con un enfoque agroecológico. Entonces, aunque se resiente, pudimos solventarla”, explicó.
Entre los insumos necesarios que más se encarencieron, denunció Esquivel, están los fertilizantes, cuyo precio se duplicó.
Aunque valoró positivamente las ayudas al campo del Gobierno, exhortó a las autoridades a apostar por el autoabastecimiento.
“De lo contrario vamos a seguir importando y el alza de precios va a estar al día. Porque es un mercado internacional, con otros intereses económicos”, opinó.
Aún así, los tamaleros aseguraron que las ventas van bien y esperan que este 2 de febrero los ingresos aumenten.
Aunque los tamales tradicionales no suelen pasar de los 15 pesos, según la Anpec, Esquivel instó a los consumidores a no menospreciar el producto.
“No por ser un tamal tiene que ser barato. Al contrario, todos tienen su elaboración, su tiempo y son muy nutritivos”, dijo.
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