Las semifinales del Mundial de fútbol femenino de Francia enfrentan este martes a Inglaterra y Estados Unidos en un duelo de altura que ya ha generado la primera polémica: un cruce de acusaciones de espionaje entre ambas selecciones ha marcado este partido donde se decidirá a una de las finalistas del torneo.
Según publica The Guardian, la Federación inglesa está furiosa después de haber hallado a dos hombres de la delegación de Estados Unidos en el Hotel Fourvière, el hotel de concentración de la selección inglesa. Por lo visto, los dos supuestos espías estaban merodeando en las habitaciones privadas del hotel mientras que el equipo de Phil Neville se ejercitaba en el campo de entrenamiento, a 30 minutos del hotel.
Cuestionada al respecto, la seleccionadora americana Jill Ellis negó rotundamente los hechos y aseguró que simplemente estaban explorando el hotel por si su equipo llega a la final del domingo. “Supongo que todo el mundo está haciendo eso. Tienes que planear por adelantado. Los únicos que fueron son el administrador del equipo y su jefe”.
Sin embargo, el seleccionador inglés Phil Neville quiso quitarle hierro al asunto: “Espero que hayan disfrutado de nuestro hotel. Nosotros no mandaríamos a alguien a su lugar, pero ese es su problema”, señaló.
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