Ingrid Betancourt, durante un debate electoral este martes en Bogotá.

Ingrid Betancourt da un ultimátum a la coalición de centro y amenaza con retirarse

Ingrid Betancourt, durante un debate electoral este martes en Bogotá.
Ingrid Betancourt, durante un debate electoral este martes en Bogotá.Ivan Valencia (AP)

Ingrid Betancourt amenaza con bajarse de la carrera presidencial con la Coalición Centro Esperanza apenas 10 días después de anunciar su candidatura. La política ha puesto contra las cuerdas a la coalición del centro de la que forma parte al lanzar este jueves un ultimátum al resto de precandidatos, a los que exige que se pronuncien con urgencia sobre la corrupción. “Si la coalición no toma la decisión de prohibir los apoyos de personas vinculadas con maquinarias que llevan a la corrupción y si no se toma la decisión esta noche, con mucho dolor, pero con el compromiso que tengo con los colombianos, yo me retiro de la coalición”, ha advertido en una rueda de prensa convocada a última hora.

Sus palabras se producen dos días después del duro encontronazo que tuvo con otro de los precandidatos de la coalición de centro, el exministro de Salud Alejandro Gaviria, durante un debate electoral. Betancourt mostró en el encuentro del martes públicamente su preocupación por los apoyos que estaba recibiendo el economista. “No voy a dejar que los lobos entren a donde están las ovejas”, le advirtió. Un reproche al que el aludido respondió con dureza acusándola de “hipocresía e oportunismo” y de hablar con “superioridad moral”.

El rifirrafe volvió a abrir una crisis latente en el centro. La figura de Gaviria nunca tuvo fácil encaje en la coalición. Su anuncio de presentarse a la presidencia como independiente, el pasado agosto, llegó acompañado de su intención de unirse a la coalición, pero el acuerdo no fue fácil. Desde ese bloque, Sergio Fajardo, que siempre ha encabezado los sondeos del centro, se enfrentó al también exrector de la Universidad de los Andes por su cercanía con el expresidente César Gaviria, líder del Partido Liberal. Betancourt fungió entonces como nexo y logró un entendimiento entre todos los precandidatos para concurrir unidos, aunque siempre mostró su cercanía con Fajardo. Gaviria tomó entonces la decisión de alejarse del Partido Liberal.

El debate del martes reabrió la herida en torno al economista e intelectual. Betancourt le acusa de recibir adhesiones a su candidatura de políticos tradicionales como Miguel Ángel Pinto, del Partido Liberal, y Germán Varón Cotrino, de Cambio Radical. “Rechazo todas las acusaciones, no soy politiquero ni clientelista. Lo he demostrado una y otra vez, con el ejemplo, con hechos en mi vida, como educador primero, como funcionario y como economista”, sostuvo Gaviria el miércoles para defenderse.

La política evitó mencionar ningún nombre durante su discurso, pero no hizo falta, todos entendieron que se dirigía al académico. “La coalición debe prohibir los apoyos de personas vinculadas a maquinarias que han llevado a la corrupción y que desconocen el espíritu de la coalición”, dijo. Gaviria estaba al mediodía de este jueves en una visita al espacio de reincorporación de excombatientes de Tierragrata, un paraje en el norte del país, donde se reunió con delegados de la extinta guerrilla de las FARC, hoy convertida en un partido político con representación en el Congreso. Hasta el momento, no se ha pronunciado sobre las palabras de su compañera de coalición.

La crisis vuelve a agrietar las opciones del centro, cuya coalición nunca ha terminado de arrancar, cuando apenas faltan cuatro meses para la primera vuelta de las elecciones. Más cerca está el 13 de marzo, fecha en la que se celebrará la consulta que definirá al candidato a la presidencia de esta coalición. La candidatura de Betancourt aún no ha tenido tiempo de ser medida en las encuestas. Un sondeo de las firmas Guarumo y EcoAnalítica divulgada este miércoles le otorgaba 4,1% de las preferencias, muy por detrás de Fajardo (41,6%), Alejandro Gaviria (22,1%) o Juan Manuel Galán (15,7%).

Los candidatos reunidos alrededor de la Coalición Centro Esperanza habían tardado varios meses en ponerse de acuerdo para concurrir unidos a las elecciones. La figura de Betancourt, cuando aún no había mostrado sus aspiraciones presidenciales, fue clave para lograr la unión a finales del año pasado. Su anuncio de presentarse a las elecciones, el pasado martes, fue saludado por el resto de precandidatos de la coalición, a los que se les había criticado por ser todos hombres. Ahora su ultimátum vuelve a situar a la coalición al borde del precipicio.

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